Recomendaciones de Planificación Económica y Políticas Públicas

Por Andrés Giussepe (PhD. en Economía – Venezuela)

 

  1. Crecimiento adaptativo y sostenible de la producción: La producción debe expandirse en armonía con el crecimiento demográfico, manteniendo flexibilidad ante las fluctuaciones de recursos disponibles. Se busca minimizar las dependencias críticas, fomentar la autosuficiencia productiva y fortalecer las capacidades de autogestión.
  2. Inversión productiva con valor social y rentabilidad responsable: La inversión en sectores productivos debe priorizar tanto la rentabilidad como su impacto positivo en el bienestar social y la resiliencia del sistema. Se promueve inversiones que generen empleos sostenibles y fomenten la innovación, particularmente en sectores clave para el desarrollo adaptativo.
  3. Rentabilidad sistémica y estabilidad social: El objetivo de rentabilidad se persigue dentro de un marco sistémico que considera su sostenibilidad y sus efectos en los diversos actores económicos. Se da preferencia a inversiones que contribuyan a la estabilidad social, promuevan una distribución justa de beneficios y optimizan el uso de los recursos.
  4. Financiamiento estatal resiliente e independiente: El financiamiento estatal debe diseñarse para ser sostenible e independiente de recursos externos o sectores de alta volatilidad. Se favorecen políticas fiscales y financieras adaptativas, capaces de resistir fluctuaciones y sanciones internacionales, y se buscan fuentes alternativas de ingresos para fortalecer la autonomía económica del Estado.
  5. Crecimiento inclusivo y cohesión regional: Los PADI defiende un crecimiento económico que integra a sectores marginados y responde a las particularidades de cada región. Este enfoque promueve la cohesión social y la reducción de desigualdades geográficas, asegurando que el desarrollo alcance a todas las comunidades.
  6. Incremento sostenido de la remuneración laboral: Es prioritario que la remuneración de los empleados, como porcentaje del PIB, crezca más rápidamente que el excedente de explotación, asegurando así que los avances económicos se traduzcan en mejoras reales del poder adquisitivo y bienestar social, y en un equilibrio justo entre producción y distribución.
  7. Reducción progresiva de la desigualdad de ingresos: Los PADI enfatizan la necesidad de políticas redistributivas que disminuyan de manera continua las desigualdades de ingresos, promoviendo la cohesión social y garantizando una participación más equitativa en los beneficios del crecimiento económico.
  8. Redistribución estratégica del crédito y el capital de inversión: Los recursos de crédito y capital deben orientarse estratégicamente hacia sectores clave para la resiliencia económica y el bienestar colectivo, así como hacia empresas emergentes y proyectos comunitarios que promuevan la autosuficiencia y la inclusión económica.

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