Economía Sistémica Adaptativa

Nueva Estructura Económica: Economía Adaptativa y Multidimensional

La Paradoja del Crecimiento sin Inclusión: Lecciones de la Desigualdad en Argentina y Venezuela

Por Andrés Giussepe (*)

 

El Contraste de Paradigmas: Crecimiento sin Distribución vs. Planificación Inclusiva

El debate sobre cómo generar prosperidad se reduce a dos preguntas fundamentales: ¿Crecemos primero y luego distribuimos, o la distribución es el motor intrínseco del crecimiento?

La primera opción se alinea con la visión del «Especialista en Crecimiento con y sin Dinero», referido a Javier Milei, actual presidente Argentino, que es un enfoque que prioriza la estabilidad monetaria o la acumulación de capital bajo la premisa de que la riqueza eventualmente «se derramará.» Esta visión ignora la planificación activa de la justicia social. El ejemplo más elocuente se dio al ser confrontado el presidente Javier Milei con la crisis social en Argentina: «¿Cómo le pongo plata a la gente?», denotando una ausencia de estrategia directa para el bienestar del trabajador.

Mi investigación doctoral sobre los Países con Alta Distribución del Ingreso (PADI) refuta esta pasividad. El modelo PADI establece que la distribución equitativa del ingreso es, de hecho, una estrategia probada para el crecimiento sostenible e inclusivo. La clave es simple: el Capital Humano es el principal motor.

 

Argentina y Venezuela: El fracaso del crecimiento regresivo

El desempeño económico en Argentina (bajo la nueva administración) y Venezuela exhibe la misma patología, a pesar de sus ideologías políticas opuestas (liberalismo estricto vs. estatismo no inclusivo): crecimiento económico con desigualdad. Este es el resultado inevitable de un modelo que no prioriza la Remuneración de Empleados (RE) en el PIB.

  1. El caso extremo de Venezuela (PPDI)

Venezuela, con un 25,6% de RE sobre el PIB en 2023, se clasifica como un País con Peor Distribución de Ingresos (PPDI).

  • Este bajísimo porcentaje confirma que cualquier «crecimiento» reportado es regresivo.
  • El país registra un Índice de Distribución Justa de los Ingresos (IDJI) de 0,112 (Bajo), una métrica que integra la equidad salarial y la fragilidad social.
  • La consecuencia es un profundo deterioro del capital humano: los PPDI promediaron un índice Gini de 0,51, una cifra que evidencia la inestabilidad inherente de este modelo de acumulación.
  1. La Crisis de la Distribución en Argentina

El enfoque económico actual en Argentina, que se manifiesta en el cierre de 26 empresas por día y el 80% de la gente sin llegar a fin de mes, apunta a una caída dramática del %RE/PIB y la demanda interna.

  • La crítica PADI: Cuando un economista se pregunta cómo «poner plata a la gente», revela que no está planificando un crecimiento con inclusión. El crecimiento debe ser diseñado para que el PIB aumente con incrementos proporcionales en salarios y productividad (+%RE/PIB).
  • El vínculo directo: La negación de una política salarial progresiva convierte al trabajador en una variable de ajuste, reduciendo su capacidad de consumo y, por ende, sofocando la demanda interna. Se genera crecimiento de bolsillo para pocos, a costa de la contracción económica para la mayoría.

 

La solución PADI: La planificación del 50%

Los PADI (ej. Suiza, Alemania, China) han demostrado que una distribución equitativa (RE >50% del PIB) fomenta la cohesión social, reduce la pobreza y estabiliza la economía.

La ruta para revertir la desigualdad en Venezuela y Argentina exige la adopción de los Seis Patrones Económicos para la Redistribución Equitativa, especialmente:

  1. Modelo microeconómico Fifty-Fifty: Distribuir equitativamente el 50% de los beneficios netos entre empleados y empresarios.
  2. Reforma fiscal progresiva: Aumentar la recaudación destinada a financiar salud, educación y protección social.
  3. Índice de Distribución Justa (IDJI): Utilizar esta métrica para monitorear el progreso, en lugar de depender únicamente de un PIB estadístico que esconde la miseria social.

El dilema en Argentina y Venezuela no es entre capitalismo y socialismo, sino entre un crecimiento ciego que profundiza la desigualdad (un modelo PPDI) y un crecimiento inteligente que se apalanca en la justicia social (el modelo PADI). El crecimiento es insostenible si no se traduce en el bienestar del capital humano. La aplicación del modelo PADI podría reducir la pobreza del 34% al 8% en países adoptantes, demostrando que la equidad no es un gasto, sino la inversión más rentable para una economía estable y próspera.

(*) Economista, PhD en Economía – UCV

 

 

 

 

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Planificación económica inclusiva: lecciones de los PADI en el capital humano

Por Andrés Giussepe

https://dialog.russia.ru/collection_essays/investitsii_v_cheloveka/inclusive_economic_planning_lessons_in_human_capital_from_high_income_distribution_countries/

Resumen

El crecimiento económico global enfrenta un reto estructural: la desigualdad en la distribución del ingreso. Este ensayo presenta los hallazgos de una investigación doctoral que analiza la distribución del ingreso en 48 países y 89 indicadores económicos, sociales y financieros (2008 -2022), y su impacto en el desarrollo del capital humano. Se basa en el estudio de los Países con Alta Distribución del Ingreso (PADI) , aquellos que destinan más del 50% del PIB a la remuneración de empleados, se propone un modelo económico que prioriza la inclusión social y la estabilidad macroeconómica. Base de una Economía Adaptativa.

Los PADI —Suiza, Alemania, Islandia, Canadá, China, Eslovenia, Dinamarca, Japón, Francia y Austria— han demostrado que una distribución equitativa del ingreso fomenta la cohesión social, reduce la pobreza y estabiliza la economía. Controlaron variables como productividad laboral, bajo riesgo país, inversión en educación y salud (% PIB) y estabilidad política. En el contexto de los BRICS+, la adopción de estrategias de este modelo podría impulsar el crecimiento sostenible.

 

Hipótesis y Análisis

La investigación establece que los países con una RE (Remuneración de Empleados) superior al 50% al PIB presentan menor desigualdad, mayor movilidad social y una economía más resiliente. Se analizaron los ingresos de los tres actores económicos claves que explican el PIB: trabajadores (RE), empresarios (IK) y el Gobierno (TG), identificando patrones de distribución que favorecen el crecimiento inclusivo. El análisis de c orrelación [1] de la RE con respecto al PIB de los PADI ( 2008-2021), fue de 0.744, teniendo un fuerte impacto cuando RE >50%. La función modelo del PIB de los PADI, arrojó una regresión múltiple con R2 de 0.8 69.

Mediante un enfoque sistémico, se clasificaron los países en cuatro grupos según su distribución del ingreso [2] : PADI (>50% RE), con Mediana distribución de ingresos PMDI (entre promedio mundial y 50% RE), con Baja distribución de ingresos PBDI (debajo del promedio mundial <34% RE) y con la peor distribución de ingresos PPDI (<34% RE). El promedio mundial del %RE/PIB del 2021 se ubicó en 42%.

Cuadro 1 . Clasificación de países por distribución de ingresos RE (% PIB)

Clasificación

RE (% PIB)

Países

PADI

>50%

Suiza (58,0), Alemania (53,7), Islandia (53,7), Canadá (52,5), China (52,4), Eslovenia (51,7), Dinamarca (51,6), Japón (51,4), Francia (51,3), Austria (50,3)

PMDI

>Promedio <50%

Reino Unido (49,5), Lituania (48,8), Portugal (48,8), Países Bajos (48,7), EE.UU. (48,4), Bélgica (48,2), Sudáfrica (47,6) , España (47,5), Luxemburgo (47,2), Rusia (47,1) , Suecia (47,0), Croacia (46,4), Finlandia (46,4), Chequia (45,7), Noruega (44,5), Eslovaquia (44,1), Brasil (43,6) , Serbia (41,1)

PBDI

> 34% < Promedio mundial

Italia (40,8), Hungría (40,2), Zimbabue (38,7), Chile (38,5), Rumania (37,9), Cuba (36,9), Grecia (36,6), Libia (36,5), Macedonia del Norte (35,4), Colombia (34,0)

PPDI

<34%

Irak (33,1), Sudán (28,9), México (28,4), Arabia Saudita (27,5) , Turquía (27,0), Irán (26,5), Irlanda (25,7 ), Burundi (20,9), Venezuela (20,6), India (14,2)

Fuentes: BM, Eurostat, OCDE, ONU, FMI. BCV, DANE (Colombia). Estimaciones propias

Los PADI mostraron un índice Gini promedio de 0.28 , mientras que los PPDI registraron 0.51 , lo que confirma el impacto positivo de una distribución equitativa en la estabilidad económica.

Resultados y modelo económico propuesto

La investigación identifica y propone Seis Patrones Económicos para la Redistribución Equitativa , esenciales para los BRICS+:

  1.  Planificación del crecimiento con inclusión : Diseño de escenarios donde el PIB crece con incrementos proporcionales en salarios y productividad (+%RE/PIB).
  2.  Estrategias de distribución equitativa : Políticas salariales progresivas, indexación de salarios y participación laboral en beneficios empresariales.
  3.  Modelo microeconómico Fifty-Fifty : Distribución equitativa del 50% de los beneficios netos entre empleados y empresarios.
  4.  Inversión en capital humano : Educación técnica, capacitación laboral e incentivos fiscales para empresas que promuevan empleo de calidad.
  5.  Índice de Distribución Justa de los Ingresos (IDJI):  Un sistema de indicadores de equidad que integra %RE/PIB , salario mínimo, PIB per cápita, inflación, desempleo y fragilidad social para monitorear avances.
  6.  Reforma fiscal progresiva : Aumentar la recaudación destinada a salud, educación y protección social.

Sobre el “Método de planificación del crecimiento con inclusión” , el análisis econométrico [3] reveló que incrementa la participación de  RE ( +1% anual) e  ingresos fiscales (TG)  (+1% anual) en el PIB, mientras se reduce la participación del  ingreso empresarial (IK) (-2% anual), genera crecimiento inclusivo. El modelo PADI garantiza un crecimiento proyectado del PIB >10% en 5 años, tendiendo a disminuir la desigualdad.

Ejemplo de aplicación del modelo en China

Escenario

RE (%)

CI (%)

TG (%)

PIB (%)

Año 1 (2023)

53%

38%

9%

5,2%

Año 5 (2028)

55%

34%

11%

19,1%

Estimación propia a partir de datos del NBS China, 2023, BM, Eurostat.

Si China lleva el RE a 55% en los próximos 5 años, crecería como mínimo 19.1 % (Ver cuadro 24 en enlace) [4] El modelo equilibra los intereses de trabajadores, empresarios y gobiernos, priorizando el capital humano como motor productivo, donde todos los actores económicos ganan sin dependencia externa.

En cuanto al Índice y ranking de Distribución Justa de los Ingresos (IDJI) [5] se propone una escala de medición para comparar países:

Escala Índice de Distribución Justa de los Ingreso (IDJ)

De 0,751 a 1

Muy Alto

De 0,501 a 0,750

Alto

De 0,251 a 0,500

Mediano

De 0 a 0,250

Bajo

Elaboración propia

Ejemplo de la aplicación del IDJI (2021), en el caso de Suiza (0.724) es alto, China (0.281) es mediano, India (0.114) y Venezuela (0.112) es bajo.

Aplicando el IDJI a los miembros de los BRICS+ se obtiene en el 2021:

Cuadro 2: Índice de Distribución Justa de los Ingresos (IDJI) y Ranking Mundial (2021) para Países BRICS+

País

IDJI (2021)

Categoría

Mundial

Escala

Porcelana

0,281

28

Mediano

Rusia

0,235

33

Bajo

Sudáfrica

0,213

35

Bajo

Arabia Saudita

0,211

36

Bajo

Brasil

0,199

39

Bajo

Iran

0,152

44

Bajo

India

0.114

47

Bajo

Fuente: Cálculos propios a partir de BM, BCV, Eurostat, ONU y frágilstatesindex.org

Impacto Económico y Social

Los beneficios de implantar el modelo PADI en los BRICS+ son:

  •  Impacto Económico: Crecimiento del PIB >10% en 5 años con inclusión. Crece la demanda interna en un 15%. Reducción de volatilidad económica (desviación estándar de 1.2% en PADI vs. 4.8% en PPDI).
  •  Impacto Social: En el IDJI 2021, los PADI promediaron 0.477 vs. PPDI 0.207. Aplicar el modelo mejoraría este índice de un nivel bajo al mediano en pocos años. Reducción de la pobreza del 34% al 8% en países adoptantes. Movilidad educativa debido a que el 78% de los jóvenes acceden a educación superior en los PADI frente a un 22% en PPDI. Mayor bienestar social y aumento en los índices de felicidad.

Relevancia para los BRICS+ y propuestas políticas

Las estrategias para que los BRICS+ alcancen el estatus de PADI son:

  •  Incremento gradual de la participación de RE en el PIB mediante ajustes salariales progresivos y negociación colectiva.
  •  Pactos nacionales de distribución del ingreso , garantizando aumentos salariales indexados a la inflación y beneficios compartidos entre trabajadores y empresarios.
  •  Reformas laborales y fiscales que incentivan la formalización del empleo y la equidad distributiva.
  •  Crear Observatorio del IDJI para monitorear avances en equidad.
  •  Mejorar la recaudación fiscal y su redistribución, para financiar programas sociales y de infraestructura, destinando mayores recursos a salud, educación y protección social.

1.     Escenario ideal de distribución de ingresos para BRICS+ (2030): 

A continuación metas para los BRICS+ (2030), aplicando el modelo PADI.

País

RE (% PIB) 2022

RE (% PIB) 2030 (Meta)

Clasificación actual

Desafíos y acciones para alcanzar metas RE (% PIB) 2030  

Brasil

43,6%

50%

PMDI

Políticas de formalidad laboral (40%), una política salarial progresiva.

Rusia

47,1%

52%

PMDI

Incentivar sectores no petroleros. Participación laboral en ganancias.

India

14,2%

35%

PPDI

Revolución en su mercado laboral, priorizando la agricultura formal (85%). La capacitación digital.

Porcelana

52,4%

55%

PADI

Consolidar liderazgo con salarios altos en sectores innovadores. Reinserción laboral para adultos mayores

Sudáfrica

47,6%

51%

PMDI

Estímulo al desempleo juvenil (60%). Redistribución de tierras.

Arabia Saudita

27,5%

40%

PPDI

Disminuir dependencia del petróleo. Diversificación económica.

Egipto

32%

45%

PBDI

Informalidad laboral (40%), subsidios ineficientes.

Emirates AU

35%

48%

PMDI

Más participación laboral nacional, impuestos progresivos a grandes fortunas.

Etiopía

18%

30%

PPDI

Revolución laboral priorizando la agricultura formal y la capacitación digital.

Iran

26,5%

38%

PPDI

Estrategias internas contra MCU. Mejorar la equidad salarial. Cooperativas laborales.

Fuente:  Elaboración con datos del BM, FMI, OCDE, BCV, Eurostat, ONU.

Conclusiones

Los resultados evidencian que los PADI han logrado economías más estables y justas en los últimos 17 años mediante políticas de distribución equitativa del ingreso. Demostraron que la redistribución equitativa no es utopía: es una estrategia probada para lograr un crecimiento sostenible e inclusivo. La aplicación del modelo PADI en los BRICS+ podría reducir significativamente la desigualdad y fortalecer el crecimiento económico global. La implementación de los  Seis Patrones Económicos  —especialmente la planificación del crecimiento con inclusión y el IDJI—podrían reducir la desigualdad, fortalecer el capital humano y estabilizar economías vulnerables.

Este modelo representa una visión pragmática que no solo desafía el paradigma capitalista tradicional, sino que ofrece un camino hacia un futuro donde el desarrollo económico y la justicia social coexisten.

Bibliografía:

Para validar los cálculos y partes de la tesis doctoral visitando:

Contacto: agiussepe@gmail.com / agiussepe@poli-data.com

Teléfono Venezuela: +58-412-5986812.

[1] Ibídem. Ver Cuadro 15: “PADI: Correlación lineal entre los factores/actores (%PIB)”, en https://poli-data.com/patron-emergente-1-metodo-para-disenar-escenarios-futuros-que-determinan-la-di…

[2] Ibídem. Ver análisis cálculos y determinación de clasificación de países en linkhttps://poli-data.com/clasificacion-de-paises-por-distribucion-de-ingresos-para-remuneracion-de-empl…

[3] Ibídem. Ver análisis econométrico completo en enlace:https://poli-data.com/patron-emergente-1-metodo-para-disenar-escenarios-futuros-que-determinan-la-distribucion-ideal-del-pib-en-crecimiento/

[4] Ibídem. Ver Link: https://poli-data.com/patron-emergente-1-metodo-para-disenar-escenarios-futuros-que-determinan-la-distribucion-ideal-del-pib-en-crecimiento/

[5] Ibídem. Los cálculos originales integran la remuneración de empleados (% PIB), salario mínimo, PIB per cápita, inflación, desempleo y fragilidad institucional.Ver análisis econométrico completo en enlace:https://poli-data.com/indice-y-ranking-de-la-distribucion-justa-de-los-ingresos-idji/

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La Implacable Desdolarización en las Reservas Internacionales (2015-2030)

Por Andrés Giussepe (*)

 

La hegemonía del dólar estadounidense como principal moneda de reserva global, aunque persistentemente dominante, está experimentando un declive gradual pero constante. Este proceso, comúnmente denominado «desdolarización», no se manifiesta como un colapso inminente, sino como una diversificación estratégica impulsada por una reevaluación fundamental del riesgo por parte de los bancos centrales.

El análisis de la composición de las reservas internacionales desmiente la noción de un simple cambio de paradigma donde el euro o el yuan sustituyen al dólar. En cambio, revela que el principal beneficiario del descenso de la cuota del dólar es un grupo de monedas no tradicionales de economías pequeñas y bien gestionadas.

Este fenómeno es un testimonio de la búsqueda de autonomía financiera y resiliencia institucional frente a la creciente instrumentalización de la moneda con fines políticos. Los gestores de reservas, motivados por la necesidad de mitigar el riesgo de sanciones, están remodelando lentamente el sistema financiero internacional hacia un modelo más fragmentado y multipolar, en el que el oro también ha resurgido como un activo de refugio por excelencia.

1. La Nueva Era de la Gestión de Reservas Internacionales

El sistema financiero global ha operado durante décadas bajo el predominio indiscutible del dólar estadounidense. Desde la transición posterior a Bretton Woods, y consolidado tras la crisis financiera de 2008, el dólar ha servido como la piedra angular del comercio internacional, la deuda y los activos de reserva. Este rol central otorga a Estados Unidos un «privilegio exorbitante», un término acuñado por el exministro de Finanzas francés Valéry Giscard d’Estaing para describir la ventaja que tiene una nación cuya moneda es el principal medio de reservas y pagos transfronterizos a nivel mundial.

Sin embargo, en la última década, ha surgido una dinámica sutil pero significativa. A continuación se examina la tendencia de la «desdolarización», un proceso que no implica el abandono total del dólar, sino una reducción gradual y estratégica de su participación en las carteras de reserva global. Esta evolución es un reflejo directo del riesgo percibido por los gestores de reservas, quienes se ven obligados a reevaluar sus activos a la luz de los desarrollos geopolíticos contemporáneos.

El análisis se basa en una síntesis de datos históricos y proyecciones, inferidas a partir de la información del informe trimestral sobre la Composición de las Reservas Oficiales de Divisas (COFER) del Fondo Monetario Internacional (FMI), un instrumento fundamental para comprender las tendencias en la composición de las carteras de los bancos centrales.

2. La Evolución de la Composición de las Reservas (2015-2030)

La evolución de la composición de las reservas internacionales entre 2015 y 2030 revela una narrativa compleja que va más allá de un simple ajuste de mercado. La Tabla X, que presenta la composición de las reservas globales, sirve como el eje central de este análisis, ilustrando los cambios estructurales que están en marcha.

Tabla 1. Composición Global de las Reservas Internacionales (Participación porcentual)

Los datos del FMI confirman que la cuota del dólar estadounidense en las reservas de divisas asignadas ha extendido un declive de dos décadas, cayendo a 57,7% en 2025, lo que representa una disminución del 12,2% desde 2015. A pesar de esta disminución en el uso como reserva, el dólar mantiene su papel predominante en el comercio internacional, la deuda y los pagos globales. La lentitud de este declive se explica por la inercia sistémica y la profundidad y liquidez insuperables de los mercados financieros estadounidenses. Sin embargo, la constante reducción de su cuota es una prueba de que un factor de cambio estructural más profundo está en juego.

Una de las conclusiones más reveladoras es que la reducción en la cuota del dólar no se ha visto compensada por aumentos significativos en las participaciones de las otras monedas de reserva tradicionales, es decir, el euro, el yen o la libra esterlina. El euro ha fluctuado, mientras que el yen y la libra esterlina han experimentado un declive gradual. Este hecho desmiente la tesis de un simple traspaso de la hegemonía del dólar a otro polo de poder único. En cambio, se observa un fenómeno de diversificación hacia una cesta más amplia de monedas.

El verdadero motor de la desdolarización es el ascenso colectivo de las monedas no tradicionales. El FMI ha documentado que las monedas de economías pequeñas, abiertas y bien gestionadas, como los dólares australiano y canadiense, el won surcoreano y la corona sueca, han absorbido gran parte del cambio de los dólares. La categoría de «Otras monedas» en el cuadro ha crecido un 123,9% entre 2015 y 2025. El atractivo de estas monedas se debe a una combinación de factores como mayores rendimientos, políticas estables y transparentes, y el desarrollo de nuevas tecnologías financieras que facilitan su negociación.

Paralelamente, el yuan chino (renminbi) se perfila como un claro beneficiario de la desconfianza geopolítica. Si bien su participación en las reservas globales se ha mantenido relativamente estable hasta 2025, la proyección muestra una escalada drástica para 2030, con un aumento del 161,9%, lo que refleja una búsqueda de autonomía financiera que no se limita a las grandes potencias. Este crecimiento proyectado sugiere que la política de sanciones y el desarrollo de sistemas de pago alternativos como el CIPS (Sistema de Pago Interbancario y Transfronterizo de China) están ganando tracción, erosionando lentamente la dependencia del dólar y su sistema asociado.

______________________

(*) Economista, con Doctorado en Economía (2024) y en Gerencia (2012) y post doctorado en Gerencia (2018), Especialista en Política y Comercio Petrolero Internacional de la UCV (2009), y Magister en Gerencia Pública para Directivos Iberoamericanos UNED-España (2004).

El contenido de este artículo es parte del libro: “El Fin del Castigo Silencioso: De las Sanciones Económicas a la Seguridad Recíproca” en proceso de publicación.

Correo: agiussepe@poli-data.com

 

 

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Principios Fundamentales de la Economía Sistémica Adaptativa

Por Dr. Andrés Giussepe (Poli-data.com)

 

La Economía Sistémica Adaptativa emerge como un nuevo paradigma en respuesta a las limitaciones de los modelos económicos tradicionales, ofreciendo una visión más dinámica y holística de los sistemas económicos.

Esta escuela de pensamiento, que integra un enfoque sistémico-complejo con la capacidad de adaptación a los cambios estructurales, concibe las economías como organismos en constante evolución, donde la incertidumbre, la innovación y la resiliencia son pilares para el desarrollo sostenible.

A continuación, se presentan los principios generales que rigen la Economía Sistémica Adaptativa, extraídos y sintetizados de las contribuciones de diversos autores clave que han sentado las bases para esta prometedora línea de pensamiento.

Principios Generales de la Economía Sistémica Adaptativa

  1. Visión Sistémica y Compleja de la Economía: Concibe los sistemas económicos no como máquinas lineales, sino como redes interconectadas de agentes e instituciones, donde las interacciones generan propiedades emergentes y resultados no lineales. La economía es vista como un organismo vivo que se adapta y evoluciona.
  2. Reconocimiento de la Incertidumbre Radical: A diferencia de la economía neoclásica que se enfoca en el riesgo cuantificable, la Economía Adaptativa reconoce la presencia de una incertidumbre fundamental (Knightiana) que imposibilita la predicción perfecta y exige flexibilidad en la toma de decisiones.
  3. Endogeneidad del Crecimiento y la Innovación: El crecimiento económico no es meramente el resultado de factores exógenos, sino que es impulsado internamente por la innovación, el aprendizaje y la «destrucción creativa» de viejas estructuras para dar paso a nuevas.
  4. Importancia de las Instituciones: Las reglas, normas y organizaciones (formales e informales) son fundamentales para dar forma al comportamiento económico, facilitar la adaptación y determinar la trayectoria de desarrollo de un sistema. Las instituciones evolucionan y son clave para la resiliencia.
  5. Path Dependence (Dependencia de la Trayectoria): Las decisiones pasadas y las configuraciones iniciales de un sistema pueden influir de manera significativa en las trayectorias futuras, lo que implica que las reformas no siempre tienen resultados predecibles y pueden generar «bloqueos» (lock-ins).
  6. Interacción y Auto-organización de Agentes: Los agentes económicos interactúan entre sí, y estas interacciones pueden conducir a patrones emergentes y a la auto-organización de los mercados y los sistemas, sin necesidad de una planificación centralizada.
  7. Importancia de la Distribución del Ingreso: La forma en que se distribuyen los ingresos y los beneficios entre los diferentes actores (trabajadores, capital, estado) no es un resultado secundario, sino un factor crítico que influye en la estabilidad macroeconómica, la demanda agregada y la capacidad de adaptación del sistema.
  8. Resiliencia Económica: La capacidad de un sistema económico para absorber choques, recuperarse y reorganizarse sin perder sus funciones esenciales es un objetivo central, lo que implica la necesidad de diversidad, redundancia y capacidad de transformación.
  9. Vulnerabilidad a Choques Externos: Reconoce que las economías, especialmente las pequeñas y de bajos ingresos, son inherentemente vulnerables a los choques externos (climáticos, financieros, de precios de materias primas) y que las políticas deben considerar esta susceptibilidad.
  10. Papel Activo y Adaptativo del Estado: Contrario a la visión de un Estado mínimo, la Economía Adaptativa reconoce un papel crucial para el Estado en la inversión en innovación, la corrección de fallas de mercado, la gestión de riesgos sistémicos y la implementación de políticas que fomenten la adaptación y la inclusión.
  11. Enfoque en la Evolución y el Aprendizaje: Los sistemas económicos están en constante cambio, y la capacidad de aprender de la experiencia, ajustar políticas y experimentar con nuevas soluciones es fundamental para su supervivencia y desarrollo a largo plazo.
  12. Consideración de Factores Socio-Culturales: Las normas culturales, los valores y las relaciones sociales influyen en el comportamiento económico y la evolución de las instituciones, por lo que no pueden ser ignorados en el análisis.
  13. Adaptación a los Riesgos Ambientales: La interacción entre la economía y el medio ambiente es crucial. Las estrategias económicas deben integrar la adaptación al cambio climático y la gestión sostenible de los recursos naturales.
  14. Crítica a la Ortodoxia Neoliberal: Se cuestiona la universalidad y la efectividad de las políticas de ajuste estructural «de talla única», abogando por enfoques más contextualizados y flexibles que consideren las particularidades de cada economía.
  15. Políticas Flexibles y Contextualizadas: Las políticas económicas deben ser diseñadas con la capacidad de ajustarse a las condiciones cambiantes y a las especificidades de cada país, en lugar de imponer soluciones rígidas.
  16. Diversificación Económica: Fomenta la diversificación de las bases productivas para reducir la dependencia de unos pocos sectores y aumentar la resiliencia frente a los choques.
  17. Participación y Apropiación Nacional: El éxito de las políticas económicas y de adaptación depende de la participación activa de las partes interesadas y de un fuerte sentido de propiedad nacional sobre las estrategias implementadas.
  18. Transparencia y Rendición de Cuentas: La gobernanza económica debe ser transparente y los responsables de la toma de decisiones deben rendir cuentas, lo que fomenta la confianza y la legitimidad de las políticas.
  19. Equidad y Sostenibilidad Social: Las políticas económicas no solo deben buscar el crecimiento, sino también la reducción de la pobreza y la promoción de la equidad social, asegurando que los beneficios del desarrollo sean ampliamente compartidos.
  20. Medición y Evaluación Empírica: La importancia de desarrollar y utilizar indicadores empíricos (como el IDJI) para monitorear y evaluar la efectividad de las políticas de distribución y adaptación, permitiendo un ajuste continuo.
  21. Interdisciplinariedad: La Economía Adaptativa se nutre de diversas disciplinas como la sociología, la biología, la ecología y la física, para construir una comprensión más completa de los fenómenos económicos.

Aportes a una Escuela de Pensamiento Económico Adaptativa

A continuación los principios generales integrados derivados de los aportes de diversos autores económicos, que proporcionan una base sólida para una «Escuela de Pensamiento Económico Adaptativa».

Esta escuela se caracteriza por:

  • Un Enfoque Evolutivo: La economía como un proceso de constante evolución, selección y variación (Nelson & Winter), donde la «destrucción creativa» (Schumpeter) es un motor fundamental.
  • Centralidad de las Instituciones: Un énfasis profundo en cómo las instituciones (North, Hodgson, Boyer, Ostrom) moldean el comportamiento económico, facilitan o impiden la adaptación, y evolucionan a lo largo del tiempo.
  • Reconocimiento de la Complejidad y No-Linealidad: La aceptación de que los sistemas económicos son complejos, con múltiples interacciones y resultados emergentes (Arthur, Beinhocker, Potts), lo que implica que las intervenciones tienen efectos a menudo impredecibles.
  • Gestión de la Incertidumbre: Un enfoque pragmático para lidiar con la incertidumbre radical (Knight, Keynes), lo que lleva a la necesidad de políticas flexibles, robustas y la capacidad de aprendizaje y ajuste continuo.
  • Diseño para la Resiliencia: Un objetivo explícito de construir economías resilientes, capaces de soportar y recuperarse de choques, priorizando la diversificación, la sostenibilidad y la capacidad de transformación.
  • Importancia de la Distribución y la Inclusión: El reconocimiento de que la equidad en la distribución del ingreso (Piketty, Giussepe, Stiglitz) no es solo un objetivo social, sino un factor crítico para la estabilidad macroeconómica y la capacidad adaptativa de un sistema.
  • Un Papel Transformador del Estado: Una visión de un Estado que no es solo un «corrector de fallas de mercado», sino un actor proactivo en la configuración de los mercados, la inversión en innovación y la promoción de la adaptación (Mazzucato, Chang).

 

En conclusión, la Economía Sistémica Adaptativa ofrece un marco robusto y necesario para abordar los desafíos económicos del siglo XXI. Al integrar la complejidad, la incertidumbre, el papel de las instituciones y la capacidad de adaptación, esta escuela de pensamiento proporciona herramientas más realistas y efectivas para diseñar políticas que promuevan un desarrollo sostenible e inclusivo.

 

Fuentes de Autores Clave para la Economía Adaptativa (Estilo APA)

A continuación, se presentan las fuentes primarias de las obras de los autores mencionados, que encapsula su aporte a la teoría económica y la economía adaptativa, y han contribuido a las bases de la Economía Sistémica Adaptativa.

  1. Acemoglu, D., & Robinson, J. A. (2012). Why Nations Fail: The Origins of Power, Prosperity, and Poverty. Crown Business.
  1. Aghion, P., & Howitt, P. (1992). A Model of Growth Through Creative Destruction. Econometrica, 60(2), 323–351.
  2. Arthur, W. B. (1994). Increasing Returns and Path Dependence in the Economy. University of Michigan Press.
  3. Beinhocker, E. D. (2006). The Origin of Wealth: Evolution, Complexity, and the Radical Remaking of Economics. Harvard Business School Press.
  4. Boyer, R. (1990). The Regulation School: A Critical Introduction. Columbia University Press. (Aunque no se encontró una fuente directa en la búsqueda, este es su trabajo seminal).
  5. Chang, H.-J. (2002). Kicking Away the Ladder: Development Strategy in Historical Perspective. Anthem Press.
  6. Dopfer, K. (2013). Evolutionary Economics: A Primer for Policy Makers. Edward Elgar Publishing. (Basado en el contexto de «Evolutionary Economics by Kurt Dopfer»).
  7. Freeman, C. (1987). Technology Policy and Economic Performance: Lessons from Japan. Pinter Publishers. (Pionero en el concepto de sistemas nacionales de innovación).
  8. Giussepe, A. R. A. (2024). Distribución de los ingresos y beneficios desde una perspectiva sistémica-compleja [Tesis doctoral, Universidad Central de Venezuela].
  9. Hodgson, G. M. (1993). Economics and Evolution: Bringing Life Back into Economics. University of Michigan Press.
  10. Keynes, J. M. (1936). The General Theory of Employment, Interest and Money.
  11. Knight, F. H. (1921). Risk, Uncertainty and Profit. Houghton Mifflin.
  12. Krugman, P. R. (1991). Increasing Returns and Economic Geography. Journal of Political Economy, 99(3), 483–499.
  13. Markandya, A., & Halsnæs, K. (Eds.). (2002). Climate Change and Sustainable Development: Prospects for Developing Countries. (Representativo de su trabajo en economía del cambio climático).
  14. Mazzucato, M. (2013). The Entrepreneurial State: Debunking Public vs. Private Sector Myths. Anthem Press.
  15. Nelson, R. R., & Winter, S. G. (1982). An Evolutionary Theory of Economic Change. Belknap Press of Harvard University Press.
  16. North, D. C. (1990). Institutions, Institutional Change and Economic Performance. Cambridge University Press.
  17. Ostrom, E. (1990). Governing the Commons: The Evolution of Institutions for Collective Action. Cambridge University Press.
  18. Piketty, T. (2014). Capital in the Twenty-First Century. Belknap Press of Harvard University Press. (Aunque la búsqueda no arrojó la fuente directa, es su obra más relevante).
  19. Potts, J. (2019). Innovation Commons. Oxford University Press.
  20. Schumpeter, J. A. (1942). Capitalism, Socialism and Democracy. Harper & Brothers. (Introduce y desarrolla el concepto de «destrucción creativa»).
  21. Stiglitz, J. E. (2002). Globalization and Its Discontents. W. Norton & Company. (Aunque no directamente sobre instituciones y distribución, aborda temas de inestabilidad y el papel del Estado en el contexto de la economía global).
  22. Veblen, T. (1899). The Theory of the Leisure Class: An Economic Study of Institutions.
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La falacia de la obligación estatal de liquidar divisas: El caso venezolano

Por Andrés Giussepe (Poli-data.com)

El argumento de que «el Estado venezolano está en la obligación de liquidar o emitir todos los dólares que genera para los importadores» es una falacia que ignora la estructura fundamental de generación de divisas en la mayoría de las economías desarrolladas y emergentes.

En naciones como Estados Unidos, Alemania, Canadá, México, Colombia, Brasil, Chile o Perú, la vasta mayoría de las divisas que circulan en la economía son generadas directamente por el sector privado. Cuando una empresa privada en Alemania exporta un automóvil, recibe euros por esa venta, pero esa transacción es un reflejo de la divisa (dólares, yenes, etc.) que ingresó al país. De manera similar, una empresa colombiana que exporta café recibe dólares, euros u otra divisa, que luego puede utilizar para importar insumos o reinvertir.

En estos casos, el sector privado genera sus propias divisas y las administra según sus necesidades de importación, inversión o repatriación de ganancias. El Estado, a través de sus bancos centrales, interviene principalmente para regular la liquidez, gestionar la tasa de cambio y mantener la estabilidad macroeconómica, no para «liquidar» todas las divisas que un sector privado ya generó para sus propios fines.

El contraste con Venezuela es dramático:

  • En Venezuela, el Estado (PDVSA) genera más del 90% de las divisas por exportaciones. Esto significa que la mayor parte de los dólares que ingresan al país están en manos del Estado. Bajo un modelo de control de cambios, el Estado se convierte en el monopolio de las divisas y, por lo tanto, los importadores y otros agentes económicos dependen enteramente de que el Estado liquide o venda esas divisas para que puedan acceder a ellas. Esta concentración de la generación de divisas en el sector estatal es la raíz del problema cambiario en Venezuela, no una práctica común o deseable en otras economías.
  • En la mayoría de los países comparados, si bien el Estado puede tener empresas importantes, la diversificación de las fuentes de divisas del sector privado es clave. Las exportaciones privadas, la IED y las remesas nutren un mercado cambiario donde las divisas son generadas y transadas directamente por los agentes económicos privados. La intervención del Estado se limita a la regulación, y no a la provisión casi exclusiva de divisas para el funcionamiento de la economía.

La obligación del Estado venezolano de «liquidar» divisas surge precisamente de su rol dominante como el principal (casi único) generador de las mismas. Esto no ocurre en países donde el sector privado es el principal motor exportador y atrae la mayoría de la IED, ya que el sector privado genera sus propios dólares y euros, y los utiliza para sus propias importaciones y operaciones, sin depender en la misma medida de una asignación estatal.

Porcentaje estimado de generación de divisas por Sector (Público vs. Privado)

Como se mencionó anteriormente, obtener porcentajes exactos y desagregados de la generación de divisas por sector (público vs. privado) es extremadamente complejo debido a la falta de datos unificados y la naturaleza dinámica de las economías. Sin embargo, basándonos en el análisis cualitativo y el conocimiento general de estas economías, podemos proporcionar estimaciones y rangos porcentuales que reflejan el peso relativo de cada sector en la generación de divisas por exportaciones y flujos de capital.

Es importante recalcar que estos porcentajes son estimaciones informadas y no cifras oficiales o exactas, y pueden variar significativamente según la metodología de cálculo y el período específico. Sirven para ilustrar la tendencia general y la predominancia de un sector sobre otro en la generación de divisas.

Elaboración propia

Análisis comparativo y desmitificación de la Falacia del «Estado obligado a liquidar dólares»

El equilibrio entre la generación de divisas por parte del sector privado y el Estado varía significativamente entre estos países, lo que refleja sus estructuras económicas y modelos de desarrollo:

  • Economías con Alta Dependencia Estatal (Venezuela, Arabia Saudita, Rusia):

En estos países, la inmensa mayoría de las divisas provienen de la explotación y exportación de recursos naturales estratégicos, controlados por empresas estatales. En Venezuela, la dependencia del petróleo estatal es casi absoluta, con el Estado generando más del 90% de las divisas de exportación.

En Arabia Saudita y Rusia, si bien existen sectores privados, la magnitud de la generación de divisas por hidrocarburos estatales es abrumadora, superando el 85-90% y el 60-80% respectivamente en las exportaciones clave.

  • Economías Mixtas con Contribución Estatal Significativa (Colombia, Brasil, Noruega, Chile, México, Argentina):

Aquí, tanto el Estado (a través de empresas estratégicas como Ecopetrol, Petrobras, Equinor, Codelco, o PEMEX) como el sector privado son generadores importantes de divisas. La diversificación económica es mayor, y el sector privado participa activamente en exportaciones agrícolas, manufacturas, servicios y atracción de IED.

En Colombia, el sector privado aporta entre el 60% y el 80% de las divisas. En Brasil, el sector privado contribuye con el 70% al 85%. Noruega presenta un equilibrio notable, con el Estado y el sector privado aportando cada uno entre el 40% y el 60%. En México, el sector privado domina con más del 80%, mientras que en Chile, el sector privado aporta el 60% al 75%. En Argentina, el sector privado también es dominante con el 80% al 90%.

  • Economías Predominantemente Lideradas por el Sector Privado (Estados Unidos, Alemania, Canadá, Perú -en gran medida-):

En estos países, el motor principal de la generación de divisas es el sector privado. Las exportaciones son altamente diversificadas, la IED es robusta y los gobiernos se centran más en crear un ambiente propicio para los negocios y en acuerdos comerciales, más que en la generación directa de divisas a través de empresas estatales de exportación.

En Estados Unidos, Canadá y Alemania, el sector privado genera más del 95% de las divisas, siendo el Estado un actor marginal en la generación directa. Incluso en Perú, donde la minería es clave, el sector privado domina con el 80% al 90% de la generación.

Referencias Consultadas

  • Banco Central de Venezuela. (Datos estadísticos y reportes económicos).
  • Banco de la República (Colombia). (Boletines económicos y balanza de pagos).
  • Banco Central de Reserva del Perú. (Estadísticas macroeconómicas).
  • Banco Central de Brasil. (Informes económicos y balanza de pagos).
  • Fondo Monetario Internacional (FMI). (World Economic Outlook Database, International Financial Statistics).
  • Banco Mundial. (World Development Indicators).
  • Organización Mundial del Comercio (OMC). (Estadísticas comerciales).
  • Administración de Información Energética de EE. UU. (EIA). (Datos de producción y exportación de energía).
  • Oficina de Análisis Económico de EE. UU. (BEA). (Estadísticas de comercio e inversión).
  • Trading Economics. (Datos macroeconómicos por país).
  • World Investment Report (UNCTAD). (Informes sobre Inversión Extranjera Directa).
  • Banco de México. (Informes de balanza de pagos y remesas).
  • Banco Central de Noruega (Norges Bank). (Informes sobre el fondo soberano y balanza de pagos).
  • Saudi Arabian Monetary Authority (SAMA). (Informes anuales y estadísticas).
  • Banco Central de la República Argentina. (Informes y estadísticas monetarias).
  • Banco Central de Rusia. (Informes económicos y reservas).
  • Banco Central de Chile. (Informes de política monetaria y balanza de pagos).
  • Statistics Canada. (Datos económicos y de comercio).
  • Deutsche Bundesbank. (Estadísticas financieras y balanza de pagos).
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Más allá del equilibrio: Analizando las economías PADI a través del lente de la Economía Adaptativa

Por Andrés Giussepe (Poli-data.com)

ORCID: 0009-0009-4377-8027

Las economías modernas operan como sistemas complejos, dinámicos y en constante evolución. Los enfoques económicos tradicionales, a menudo centrados en modelos de equilibrio estático, luchan por capturar y explicar plenamente las interacciones, las adaptaciones y las propiedades emergentes que caracterizan a estos sistemas. En este contexto, la Economía Adaptativa surge como un marco conceptual poderoso para comprender la complejidad económica, ofreciendo una perspectiva que se aleja de la idea de un equilibrio predefinido para centrarse en los procesos de cambio y adaptación continua por parte de los agentes.

Este artículo propone analizar un tipo particular de estructura económica que hemos categorizado como Países de Alta Distribución de Ingresos a favor de las Remuneraciones de Empleados (PADI). Esta clasificación se basa en la tesis doctoral «Distribución de los ingresos y beneficios desde una perspectiva sistémica-compleja», de GIUSSEPE, ANDRÉS (Noviembre, 2024), la cual define a los PADI como aquellas economías donde la compensación a los empleados (salarios, prestaciones, etc.) supera consistentemente el 50% del Producto Interno Bruto (PIB).

Basándonos en los hallazgos empíricos y conceptuales de esta investigación, examinaremos las características distintivas de las economías PADI a través de la lente de la Economía Adaptativa, buscando comprender cómo las dinámicas de adaptación y las interacciones entre agentes en estos sistemas pueden generar patrones de crecimiento, estabilidad y resiliencia diferentes a los de economías con una menor participación de la renta del trabajo en el PIB.

La Economía Adaptativa: Un marco para la dinámica y la complejidad

A diferencia de la economía neoclásica que a menudo modela agentes racionales optimizadores que operan en mercados que tienden al equilibrio, la Economía Adaptativa, influenciada por la biología evolutiva y la teoría de sistemas complejos, ve la economía como un ecosistema. Los agentes económicos (individuos, empresas, gobiernos) no son necesariamente perfectos optimizadores con información completa, sino que son «agentes adaptativos» que aprenden, experimentan y ajustan sus estrategias en respuesta a un entorno cambiante y a las acciones de otros agentes.

Los elementos clave de la Economía Adaptativa incluyen:

  1. Agentes heterogéneos: Los agentes tienen diferentes características, información, reglas de decisión y capacidades de adaptación.
  2. Interacciones: El comportamiento del sistema global emerge de las interacciones locales y no lineales entre estos agentes.
  3. Adaptación: Los agentes modifican sus estrategias y comportamientos basándose en la retroalimentación del entorno y sus experiencias pasadas.
  4. Emergencia: Patrones a nivel macro y propiedades del sistema (como ciclos económicos, estructuras de mercado, niveles de desigualdad) emergen de las interacciones a nivel micro, no son predeterminados centralmente.
  5. Lazos de retroalimentación: Las acciones de los agentes modifican el entorno, lo que a su vez influye en las futuras acciones de los agentes, creando ciclos de retroalimentación positivos y negativos que impulsan la evolución del sistema.

Desde esta perspectiva, el cambio económico es un proceso evolutivo constante, donde las «mejores» estrategias o estructuras no son estáticas, sino que dependen del contexto y co-evolucionan con el propio sistema. La tesis doctoral aborda esta complejidad al analizar cómo la producción y distribución de ingresos entre trabajadores (RE), empresarios (IK), el Estado (TG) y financistas influyen en la desigualdad global, utilizando un enfoque sistémico e interpretativo basado en la escuela postkeynesiana.

Países PADI: Caracterización y relevancia desde la perspectiva adaptativa

La clasificación de PADI, fundamentada empíricamente en la tesis, se basa en la proporción del ingreso nacional destinada a la compensación de los empleados. Esto implica, ceteris paribus, una mayor participación de la fuerza laboral en la riqueza generada y, potencialmente, una distribución del ingreso más equitativa dentro del segmento empleado. Los diez países identificados como PADI en 2021 son Suiza (58,0%), Alemania (53,7%), Islandia (53,7%), Canadá (52,5%), China (52,4%), Eslovenia (51,7%), Dinamarca (51,6%), Japón (51,4%), Francia (51,3%) y Austria (50,3%). Estos contrastan marcadamente con los países de baja distribución (PPDI), como Venezuela (20,6%) e India (14,2%).

Desde la óptica de la Economía Adaptativa, la alta participación de la renta del trabajo en los países PADI, sustentada por los hallazgos empíricos, tiene implicaciones significativas para la dinámica del sistema:

  1. Agentes laborales con mayor poder adaptativo: Un segmento amplio y económicamente relevante de la población (los empleados) posee una capacidad de consumo y ahorro que influye de manera determinante en la demanda agregada. Sus decisiones de gasto y sus respuestas a cambios en los ingresos y las expectativas se convierten en fuerzas adaptativas primordiales que configuran el entorno para las empresas. La tesis corrobora que estos países presentan salarios mínimos y PIB per cápita significativamente por encima del promedio mundial (a excepción de China), lo que refuerza su capacidad de influencia en la demanda.
  2. Interacciones Capital-Trabajo distintas: La relación entre capital y trabajo adquiere un balance diferente. Las decisiones de las empresas están fuertemente influenciadas por el costo y la productividad de la mano de obra. Las estrategias de adaptación de las empresas en PADI podrían inclinarse más hacia la inversión en capital humano, la innovación que mejora la productividad laboral o la diferenciación de productos, en lugar de depender puramente de la contención salarial. Los PADI invierten más en salud y educación.
  3. Lazos de retroalimentación del lado de la demanda: Un lazo de retroalimentación clave en las economías PADI es el ciclo entre salarios más altos y demanda interna robusta. Una mayor capacidad de compra de los hogares impulsa el consumo, lo que estimula la producción, la inversión empresarial y, potencialmente, la creación de empleo o el aumento de salarios. La tesis muestra que los PADI tienen menor desempleo y una mayor inversión interna bruta.
  4. Adaptación y resiliencia ante shocks: La resiliencia de una economía PADI ante ciertos shocks (ej. caídas en la demanda externa) podría ser mayor debido a la fortaleza relativa de su demanda interna. La tesis demuestra que los PADI tienen bajos índices de estados frágiles y corrupción, lo que sugiere una mayor estabilidad sistémica que facilita la adaptación colectiva de los agentes.
  5. Propiedades emergentes relacionadas con la innovación y la estabilidad social: Una fuerza laboral bien remunerada puede tener una mayor capacidad de inversión en educación y formación, fomentando la acumulación de capital humano. Esto puede dar lugar a patrones emergentes de innovación impulsada por habilidades y conocimiento. Adicionalmente, la menor desigualdad de ingresos observada en los PADI se correlaciona con una mayor cohesión social y felicidad, factores que a su vez influyen en el entorno económico y las decisiones adaptativas de todos los agentes.

La tendencia distributiva ideal: 50-40-10

A partir del comportamiento de la distribución de los ingresos (% PIB) mostrado por los diez países PADI durante el año 2021, la tesis doctoral propone una «tendencia distributiva ideal» de los ingresos (% PIB) con una combinación promedio estimada de 50% para Remuneración de Empleados (RE), 40% para Excedente de Explotación y Renta Mixta (IK), y 10% para Impuestos netos de Subsidios (TG). Esta combinación se considera un «Objetivo macroeconómico» para disminuir la desigualdad de ingresos.

La tesis identifica ocho posibles escenarios de combinaciones de distribución, señalando los Escenarios 1, 2 y 3 como los ideales para disminuir la desigualdad, donde se beneficia la Remuneración de los empleados como porcentaje del PIB. Los resultados empíricos muestran que existe una variación inversa en la distribución: cuando aumenta el porcentaje de RE, las proporciones de IK y TG tienden a disminuir o mantenerse constantes, y viceversa.

Implicaciones para la política pública

La perspectiva sistémica compleja y los hallazgos empíricos de la tesis refuerzan la idea de que las políticas públicas son herramientas cruciales para influir en la dinámica de distribución del ingreso. No se trata de buscar un equilibrio estático, sino de guiar la adaptación del sistema hacia resultados más equitativos e inclusivos, un enfoque alineado con la Economía Adaptativa. Milanović (2019) sugiere políticas redistributivas para equilibrar la desigualdad generada por el mercado.

Las experiencias de los PADI y las recomendaciones de la tesis sugieren líneas de acción estratégica para los gobiernos:

  • Priorizar la remuneración laboral: Implementar políticas que incrementen la proporción de ingresos nacionales destinada a la compensación de empleados, buscando superar el promedio mundial (41,6% en 2021) en el mediano plazo (1 a 3 años) y el umbral del 50% (PADI) en el largo plazo (5 años o más).
  • Inversión social estratégica: Focalizar el gasto público para mejorar las condiciones materiales y sociales de la población, destinando recursos a salud, educación y asistencia social, en lugar de aumentar la burocracia o el gasto en defensa. La tesis muestra que los PADI gastan más en salud y educación (aunque menos en educación como % Gasto Público que los PPDI) y menos en defensa que el promedio mundial y los PPDI.
  • Fomentar un entorno productivo inclusivo: Promover modelos económicos mixtos y abiertos con intervención estatal moderada, impulsando la industrialización y la innovación, pero sin sacrificar los ingresos y la posición de los trabajadores. Los PADI tienen economías mixtas, abiertas y de libre mercado con sectores especializados.
  • Reconocer la interdependencia de factores: Comprender que la distribución es una función compleja de múltiples variables interdependientes y aleatorias (RE, IK, TG). La planificación debe considerar estos escenarios para prever y mitigar tensiones.

La tesis postula el modelo de los PADI como una alternativa viable a los extremos del laissez faire neoliberal y el control totalitario, demostrando que es posible lograr crecimiento económico sostenido con inclusión social y laboral. Destaca el caso de China como ejemplo de un modelo complementario que ha logrado reducir la pobreza y la desigualdad a través de un crecimiento con inclusión social y laboral.

Conclusión

El análisis de las economías PADI desde una perspectiva sistémica compleja, sustentado en la investigación doctoral de Giussepe (2024), proporciona una visión empírica y conceptual valiosa para comprender las dinámicas de distribución del ingreso. Demuestra que una alta participación de la renta del trabajo en el PIB es una característica observable en países con altos niveles de bienestar, estabilidad y desarrollo inclusivo, independientemente de su sistema político.

El marco de la Economía Adaptativa nos permite interpretar estas economías no como sistemas estáticos en equilibrio, sino como resultados emergentes de procesos continuos de adaptación e interacción entre los agentes. La evidencia de los PADI y el modelo de «tendencia distributiva ideal» 50-40-10 sugieren un camino estratégico para las economías con alta desigualdad, que busquen transitar hacia un modelo de desarrollo más equitativo y sostenible. Lograrlo requerirá no solo voluntad política, sino también una comprensión profunda de las complejas dinámicas distributivas y la implementación de políticas públicas que fomenten activamente una mayor participación de la renta del trabajo en el ingreso nacional.

Referencias

  • Arthur, W. B. (1999). Complexity and the Economy. Science, 284(5411), 107-109.
  • Arthur, W. B. (2015). Complexity and the Economy. Oxford University Press.
  • Beinhocker, E. D. (2006). The Origin of Wealth: Evolution, Complexity, and the Radical Remaking of Economics. Harvard Business School Press.
  • Card, D., & Krueger, A. B. (1992). Minimum Wages and Employment: A Case Study of the Fast-Food Industry in New Jersey and Pennsylvania. (Mencionado en la tesis).
  • Fund for Peace. (s.f.). Fragile States Index. (Fuente de datos utilizada en la tesis).
  • Fukuyama, F. (2022). [Referencia específica del texto de Fukuyama utilizada en la tesis]. (Mencionado en la tesis).
  • Global Footprint Network. (s.f.). Ecological Footprint Accounts. (Fuente de datos utilizada en la tesis).
  • Giussepe, A. (2024). Distribución de los ingresos y beneficios desde una perspectiva sistémica-compleja. Tesis doctoral, Universidad Central de Venezuela..
  • Holland, J. H. (1995). Hidden Order: How Adaptation Builds Complexity. Basic Books.
  • Jinping, X. (2012). [Referencia específica del texto de Jinping utilizada en la tesis]. (Mencionado en la tesis).
  • Kaldor, N. (1956). Alternative Theories of Distribution. The Review of Economic Studies, 23(2), 83-100. (Base conceptual mencionada en la tesis).
  • Milanović, B. (2019). Capitalism, Alone: The Future of the System That Rules the World. Harvard University Press. (Citado en la tesis).
  • Naciones Unidas. (2006). Sistema de Cuentas Nacionales 2008 (SCN 2008). (Definiciones contables utilizadas en la tesis).
  • Organización Internacional del Trabajo (OIT). (2003). [Publicación específica de la OIT sobre definición de ingresos]. (Citado en la tesis).
  • Parkin, M. (1995). Macroeconomics. Addison-Wesley. (Citado en la tesis para equilibrio contable).
  • Transparency International. (s.f.). Corruption Perception Index. (Fuente de datos utilizada en la tesis).
  • UNECE. (2011). [Publicación específica de UNECE sobre definición de ingresos]. (Citado en la tesis).
  • World Bank. (s.f.). World Development Indicators. (Fuente de datos principal utilizada en la tesis).
  • Otras fuentes de datos mencionadas en la tesis: Eurostat, FMI, OCDE, ONU, BCV (Venezuela), DANE (Colombia), UNSTAT, Expansión.com.
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El venezolano Andrés Giussepe, PhD, seleccionado entre los mejores expertos globales por el Gobierno Ruso para el Diálogo Abierto en Moscú

Caracas, 25 de abril de 2025 — El Dr. Andrés Giussepe, destacado economista venezolano con doctorados en Economía y Gerencia, ha sido seleccionado por el Gobierno Ruso para participar en el prestigioso foro internacional DIÁLOGO ABIERTO “EL FUTURO DEL MUNDO: NUEVA PLATAFORMA PARA EL CRECIMIENTO GLOBAL”, que se celebrará en Moscú del 28 al 30 de abril. Este evento, organizado por el Centro Nacional Ruso, reunirá a 101 expertos de más de 90 países, elegidos entre 701 ensayos recibidos, para debatir estrategias clave en el desarrollo económico mundial.

Giussepe, presidente de Poli-data.com, es el único venezolano invitado a participar en la Mesa de Inversiones en Capital Humano, eje central del panorama económico moderno. Su ensayo, altamente valorado por el Comité de Expertos, propone el Modelo PADI (Países de Alta Distribución de Ingresos a favor de los trabajadores), basado en su investigación doctoral y inspirado en países con alta distribución del ingreso.

 

Innovación y equidad: el corazón de la propuesta de Giussepe

El Modelo PADI plantea que los trabajadores reciban más del 50% del PIB, superando la participación de empresarios y el Estado. Esta redistribución, medida mediante el **Índice de Distribución Justa (IDJ)**, busca fortalecer el consumo interno, el capital humano y la estabilidad macroeconómica. *“Los países BRICS+ deben aspirar a que el trabajo sea el principal beneficiario del crecimiento económico”*, afirma Giussepe en su ensayo, el cual responde a la pregunta central del foro: *¿Cómo impulsar inversiones en capital humano para un avance económico inclusivo?*

 

Reconocimiento internacional

La invitación al Dr. Giussepe destaca su contribución excepcional al diálogo global, junto a expertos como **Svetlana Kiseleva (Rusia), Brandon Burke (EE.UU.), Jessica Martínez Cruz (México)** y otros líderes de 30 países. El Centro Nacional Ruso cubrirá todos los gastos de su participación, incluyendo viaje y alojamiento, reconociendo así el valor de su propuesta para la plataforma de crecimiento sostenible.

 

Próximos pasos

El evento incluirá sesiones de presentación (*pitching*) el 28 de abril, donde cada participante dispondrá de 5 minutos para exponer sus ideas, seguidas de feedback experto. Giussepe compartirá escenario con representantes de instituciones gubernamentales, académicas y empresariales, consolidando su perfil como referente en políticas económicas inclusivas.

“Es un honor representar a Venezuela y demostrar que nuestras ideas pueden contribuir a un futuro económico más justo. Este foro es una oportunidad para alinear estrategias globales con las necesidades reales de las personas”, señaló el Dr. Giussepe.

Descargue el programa completo del evento: https://russia.ru/dialog_authors?lang=ru

#CapitalHumano #DiálogoAbiertoMoscú #ModeloPADI #EconomíaInclusiva #VenezuelaGlobal

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Condiciones necesarias para garantizar una redistribución inclusiva de ingresos y beneficios (Patrón 3)

Por Andrés Giussepe (ORCID: 0009-0009-4377-8027)

Justificación de la propuesta

 

Según las Naciones Unidas, “la lucha contra las desigualdades debe basarse en el contexto de cada país, sus necesidades económicas más apremiantes y su realidad política.” Según este planteamiento no existe un solo enfoque para abordar el combate contra ese flagelo en todas sus formas y manifestaciones. En términos generales, es fundamental que los gobiernos tomen conciencia de la necesidad de reducirla.[1]

El conocimiento de la estructura de ingresos de un país es un elemento clave para la planificación y aplicación de políticas económicas y sociales.  Su distribución puede analizarse a nivel macro, sectorial, espacial, regional, personal y microeconómicamente, que como se ha demostrado, es un elemento clave para generar impactos positivos a favor de las Remuneraciones y empleados (RE) como porcentaje del PIB, que debería crecer a un ritmo mayor que el Excedente de explotación y rentas mixtas (IK), como garantía de disminuir los niveles de desigualdad.

Hay indicios de estrategias gubernamentales que promueven el crecimiento económico y mejoran la posición relativa, y tal vez, absoluta de las clases trabajadoras o de más bajos ingresos de la sociedad. Como se observó en el pasaje anterior, los diez países PADI, que son los que mejor distribuyeron la renta nacional para pagar “Compensaciones de empleados” durante el año 2021[2], han demostrado que desde el año 2010 al 2021, entraron en una fase de crecimiento continuo y alcanzaron etapas donde la desigualdad de ingresos tendió a disminuir en el largo plazo, gracias a una distribución inclusiva y equitativa más amplia de los beneficios.

Ellos demostraron que los patrones de crecimiento y desigualdad pueden modificarse si se planifican acciones de políticas macroeconómicas, industriales, laborales e incluso sociales, que cambiaron las proporciones del ingreso que le corresponde a los trabajadores, empresarios y el gobierno. Desarrollaron economías sólidas, con crecimiento industrial continuo y con niveles equitativos de distribución de sus ingresos Son un ejemplo a seguir.

Lo ideal sería que la economía alcanzara una relación RE-IK-TG de 50-40-10 como porcentaje del PIB. Una tendencia superada por Suiza (58%), Alemania (53,7%), Islandia (53,7%), China (52,4%), Canadá (52,5%), Eslovenia (51,7%), Dinamarca (51,6%), Japón (51,4%), Francia (51,3%) y Austria (50,3%).

Son patrones de comportamientos que pueden estimarse con la finalidad de crear esas mismas condiciones favorables, como vía para disminuir los niveles de desigualdad de la población. Aquel país que se encamine al uso eficiente de los recursos materiales para la satisfacción de las necesidades humanas garantiza la gobernabilidad, el desarrollo de su talento y la eficiencia productiva. “La ausencia de tales atributos conlleva a la situación de gobernabilidad limitada o Estado ineficiente”, como lo plantea Mata (Mata (2016:85).

Se trata de estimar la relación de distribución esperada con respecto al PIB, que hará crecer la economía en el corto, mediano y largo plazo (escenarios futuros). Para tal fin, se pueden estimar los porcentajes del PIB que corresponde para pagar remuneraciones, excedentes y beneficios empresariales, así como, la recaudación fiscal menos los subsidios. En el Imagen 6, se muestra la dinámica distributiva ideal de los ingresos entre los factores/actores.

Los países PADI demostraron que esas bondades económicas es el resultado de un proceso que se va construyendo a mediano y largo plazo. Que es contrario a la tendencia natural que ha mostrado el sistema de producción y financierización global, cuyos principios económicos son iguales para todos: se dan en un escenario de libre circulación de bienes y servicios y de capital, donde las variables fundamentales son la tasa de interés, el tipo de cambio, las cotizaciones de acciones en la bolsa de valores y la inflación interna y externa.

Pero que lleva mucho tiempo creando más problemas de los que resuelve, en los últimos años, porque en la mayoría de los países del mundo la pobreza se ha expandido, indistintamente que su economía crezca o entre recesión. Porque la falta de un empleo que permita adquirir los bienes y servicios suficientes para vivir una vida digna, hoy día es más común en la mayoría de los países del mundo.

Por el contrario, los PADI demostraron que se puede superar las adversidades, garantizarle a la población trabajadora un acceso a salarios dignos que supera una canasta básica esencial de bienes y servicios. Sus gobiernos están conscientes de la necesidad de reducir la desigualdad de ingresos, superando la ortodoxia que presenta el crecimiento económico como la condición sine quanon para que los países mejoren sus ingresos per cápita, reduzcan la pobreza, eleven la competitividad industrial y mejoren los beneficios del sector empresarial, como estímulo para el inversionista nacional y extranjero.

Al igual que el resto del mundo, sus gobernantes tomaron decisiones efectivas que se dieron en contextos complejos de crisis económica global, de pandemia, con su dinámica política interna, etc., pero ellos lograron conducir y mantener sus economías en la fase del crecimiento continuo durante muchos años.

Son conscientes de que cualquier decisión en materia de política macroeconómica debe tener presente que los mercados financieros globales ejercen una tremenda influencia en los niveles de inestabilidad económica de los países. Por tanto, las necesidades sociales y materiales endógenas no pueden satisfacerse dejando que las fuerzas del mercado actúen libremente. He allí la importancia de la acción gubernamental en las tomas de decisiones sobre el mercado las políticas públicas. Como lo dice Soros (1999:21-22): “La unidad básica de la vida política y social sigue siendo el Estado-nación”.

Mata Mollejas (2018:16), recomienda concentrar la atención en el ámbito nacional o doméstico de cada país, obliga a implantar nuevas estrategias de desarrollo nacional, que contemple: En primer lugar, los cambios en el entorno internacional y en la moneda, al plantearse el mejoramiento del bienestar social, minimización del desempleo y de la inflación, en los diferentes países y, en segundo lugar, las mutaciones en las instituciones políticas y su jerarquía que constituyen restricciones de gobernabilidad/gobernanza.

En esa línea de acción, Mata Mollejas (Ibíd.) considera que:

Para introducir cambios dentro de una estructura política para modificar una situación económica dada, deba considerarse: primero, los condicionantes económicos y, en segundo lugar, las restricciones consustanciales con los condicionantes políticos. Esto incluye: 1) Los costos de construir nuevas instituciones y, 2) las expectativas en relación a los efectos distributivos, o resultados sobre los intereses de los agentes en el ámbito doméstico y los retos o desafíos, en el contexto internacional.

Una distribución desigual limita las potencialidades humanas, se califica de injusto y afecta el desarrollo de los países. Para anteponerse a esa problemática los gobiernos planifican, ejecutan, controlan y evalúan medidas para mejorar la distribución de los ingresos. Pueden aplicar políticas fiscales, monetarias, cambiarias, de créditos, laborales, de incentivos y subvenciones a los más desfavorecidos.

En la relación integral RE – IK – TG, se da un ciclo recursivo de distribución de ingresos. El trabajo junto con los medios de producción se combina en diferentes organizaciones empresariales e industrias de manera distintas, para generar bienes y servicios e ingresos, que a su vez, vienen impactados directamente, de manera interactiva, por las políticas impositivas del Estado.

Esa relación compleja conforma el sistema de generación de ingresos entre los actores: RE, IK, y TG, que viene imbricada en todos los precios de la economía, indistintamente de las condiciones políticas, sociales, culturales, laborales tecnológicas de los países.

Los salarios y otras compensaciones laborales pagados en forma de dinero son utilizados por los trabajadores para adquirir sus medios de subsistencia en el mercado. Es un dinero que lo recibe adelantado del empleador o posterior en forma de beneficios acumulados. Tarde o temprano los asalariados van al mercado de bienes y servicios a gastar o invertir sus ingresos generados con su esfuerzo físico e intelectual.

Al adquirir bienes y servicios, el ingreso se transforma en un egreso para ellos y en un ingreso tanto para los empresarios, que les garantiza la venta o la prestación del servicio a un precio determinado, como para el gobierno que en cuyos precios cobra un impuesto indirecto. Con esos ingresos fiscales el Gobierno en todos los niveles territoriales, planifica y ejecuta su presupuesto público con fines sociales, paga las nóminas y otros beneficios contractuales, invierte en infraestructuras públicas para el beneficio de la sociedad y ejecuta otros gastos que garanticen el funcionamiento del Estado.

Como se observa, los trabajadores por medio del consumo inciden en la demanda agregada interna y en el crecimiento del PIB. Como principio general demostrado a lo largo de esta investigación, en la medida que aumenta la participación de los trabajadores en los ingresos nacionales, sectoriales y empresariales, entonces disminuye la desigualdad de ingresos de la nación.

Las teorías económicas contemporáneas sostienen que la única manera de aumentar la participación laboral en los ingresos es aumentando sueldos y salarios, mejorando sus beneficios contractuales, recibiendo bonificaciones o comisiones por productividad o rendimiento, etc. No obstante, para efecto de ésta investigación, se propone incluir entre los beneficios que se generan en el proceso productivo una porción, tasa o participación para los trabajadores, a ser prorrateado a todos los empleados directos e indirectos que participan dentro de la empresa, indistintamente de las condiciones contractuales (fijas y contratadas).

El gobierno al igual que los trabajadores y empresarios, son determinantes de los niveles de distribución de los ingresos y beneficios a nivel microeconómico, meso y macroeconómico. Asimismo, son determinantes de los niveles de producción nacional, de los flujos reales y nominales de la circulación, de su crecimiento, la desigualdad de ingresos y del Estado de bienestar.

Los postkeynesianos insisten que no se debe olvidar que cada precio es en última instancia un ingreso de alguien, asimismo, que una inflación continua implica una redistribución real desde los grupos más débiles hacia los más poderosos. Por tanto, la inflación es el reflejo de la lucha que se da entre los grupos sociales donde cada uno quiere tener una parte mayor de la torta del ingreso. (Urdaneta, 1997:265) (Sraffa: 99).

Como contrapartida, los postkeynesianos, plantean la “política de ingresos” que consiste en la consecución de acuerdos entre los grupos que compiten entre sí para determinar sus niveles de exigencias de ingreso real. Son acuerdos sobre salarios, beneficios y precios, incluso, las jornadas laborales en tiempos depresión económica.

Se plantea la posibilidad del encuentro endógeno entre los trabajadores, empresarios y el Gobierno, a fin de planificar la distribución futura de los ingresos entre ellos que generen crecimiento económico con inclusión y disminuyan la desigualdad. (Imagen 7)

Imagen 7. Condiciones necesarias para garantizar una redistribución inclusiva de ingresos y beneficios

Son acuerdos que garantizan límites de beneficios y trabajo coordinado para aumentar la producción de la empresa, fortalecer el sector industrial y como consecuencia, hacer crecer la economía nacional disminuyendo desigualdad. Se deja la salvedad, que ésta determinación de los beneficios entre RE y IK no sacrifica el límite por debajo del cual no pueden bajar los beneficios empresariales, principal estímulo para emprender inversiones.

Por el contrario, se considera que el empresario establece sus niveles de ganancia de manera previa una vez que determina sus costos de producción incluido los salarios y costos financieros, y luego, los trabajadores tendrán la oportunidad de establecer una participación en los beneficios esperados (Be) que son incluidos en el precio de venta más los impuestos directos e indirectos que le corresponda a los distintos niveles de gobierno.

Como se observa, la tasa de beneficio tanto del empresario como de los trabajadores, determina el monto de los impuestos exógenamente e impacta el crecimiento natural de los precios, la producción e ingresos nacionales, eliminando la característica del sistema capitalista actual, donde los ingresos de los trabajadores siempre tienden a disminuir en la medida que aumentan los precios, y como consecuencia, aumentan los beneficios de los empresarios y del Estado.

Propuesta:

A partir de los resultados grupales alcanzados del análisis de los indicadores económicos de los países con los mejores niveles de distribución de la renta (% del PIB) a favor de las remuneraciones de empleados (PADI), se asumen como objetivos de planificación pública una serie de estrategias tendentes a alcanzar los mismos resultados obtenidos por estos países durante el período 2010-2021. Son definidas a partir de los indicadores que superaron el promedio ponderado mundial (EPM) durante ese periodo. (Apéndice 55)

Las estrategias surgen de la evidencia empírica real de que en el sistema capitalista actual hay una fuerte relación entre el nivel de ingresos (PIB) y la desigualdad de ingresos.

La propuesta consiste en que a los trabajadores les corresponden una participación de los beneficios que arroja el proceso productivo una vez descontados todos los costos (que incluye las remuneraciones de empleados y obreros) y la ganancia que le corresponde porcentualmente a los empresarios.

Son escenarios que los planificadores pueden diseñar, establecer los condicionantes, definir políticas y programas públicos, crear las condiciones jurídicas, impositivas, laborales y empresariales, ejecutarlas e ir evaluándolas de manera permanente, en coordinación con todos los actores de la sociedad económica del país.

En ese sentido, el Estado, en coordinación social con el sector empresarial nacional y los sindicatos, puede diseñar planes de estímulos para el incremento de las remuneraciones de empleados y obreros, aplicar medidas impositivas progresivas y garantizar una distribución efectiva de excedentes y beneficios entre factores/actores que tienda a la relación 50–40-10.

En síntesis, como aporte teórico de la investigación se establece que:

  1. La distribución del ingreso entre los factores/actores debe garantizar una relación ideal 50–40-10.
  2. El Índice de Distribución Justa de Ingresos y beneficios (IDJ), es un parámetro de medición y comparación del comportamiento de los niveles de desigualdad de los ingresos de los países.
  3. Un futuro seguro con crecimiento económico sin desigualdad lo garantiza una función del PIBn+1 = f(RE, IK, TG)%, donde el comportamiento n+1 de los factores sea RE (+1%), IK (-2%) y TG (+1%) con respecto al PIB.

Se propone un nuevo sistema de distribución de los ingresos que arroja el proceso productivo o comercial de bienes y servicios, que supera el sistema moderno de salarios, donde el empleado mantiene el grado de libertad económica alcanzada con respecto a los anteriores medios con que se pagaba y ejecutaba el trabajo del pasado (esclavitud, servidumbre y el artesano).[1] Es decir, sigue conservando sus derechos y libertad que las leyes universales le consagran, al ser propietario de su fuerza física, de su trabajo, ser su propio amo, y es libre de trabajar o no según le plazca, es libre de alquilarse o vender las horas de su vida trabajándole a una persona u organización, o trabajar como un artesano independiente. Y sigue manteniendo todos los derechos consagrados en el Derecho del Trabajo, convenios y normativas que regulan la relación de trabajo y las condiciones mínimas de seguridad social aprobadas por las Conferencias de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

En el modelo de distribución de los ingresos que se propone, los beneficios u excedentes de explotación se reparten de manera concertada, indistintamente de las relaciones de propiedad económica con respecto al capital, es decir, que el trabajador sea no sea propietario del capital o inversionista.

El trabajador no sólo mantiene su condición de asalariado y sus beneficios contractuales reglamentados en los convenios sobre la relación laboral, sino que también tiene el derecho de acordar, negociar, coordinar, cuadrar o determinar, el porcentaje que le corresponde de los beneficios que arroje ex post las ventas del bien o servicio e ingrese a la caja de la organización empresarial, pública o privada.

Aquí prevalece la libertad que tienen los trabajadores de manera individual o sindicalizados, de negociar o celebrar un contrato con quienes poseen la tierra o el capital para darles trabajo y ejecutar el proceso productivo, sin afectarles el derecho o el nivel de influencias que tienen los patrones de decidir concluir un contrato que entrambos celebren (puesto que no pierden su condición de propietarios).

Como se observa, el trabajador seguirá con su nivel de dependencia universal que existe en las relaciones de trabajo, sin menoscabo de todos los beneficios laborales y de seguridad social existentes.

Se plantea universalizar aquella situación beneficiosa para el trabajador donde muchas organizaciones empresariales dejan un considerable excedente como utilidad o bonificaciones por rendimiento, etc. No es acreditar propiedad de activos físicos o participación accionarías a los trabajadores dentro de las empresas, sino garantizarles una participación acordada, fija o variable, de los beneficios que arroja el proceso productivo. Pudiera darse el caso, que entre los acuerdos o convenios de distribución se creen fondos de ahorros o de capitalización accionarias dentro de la misma organización, pero no es el planteamiento fundamental de la propuesta presentada.

Los resultados alcanzados permiten afirmar que cualquier política que haga crecer las Remuneraciones de empleados (RE) en 1%, que los excedentes de explotación y renta mixta (IK) caigan en 2% y que los impuestos indirectos y de importación menos los subsidios (TG) aumente en 1%, todos con respecto al PIB, contribuyen a una mejora de la distribución del ingreso.

Sobre esta salvedad, Mata (2016:29), plantea en relación a la distribución del excedente, que los diversos actores de la sociedad crean alianzas políticas para aumentar su participación, debiendo dejar un mínimo para los que resultan menos favorecidos, en función que acepten mantenerse dentro de la asociación básica.

Sin embargo, Sarel (1997), plantea que “la distribución del ingreso no es solo un objetivo político natural en sí mismo, sino que también puede verse como un factor importante que afecta el crecimiento a largo plazo.”

Porque como dice Xi Jinping (2018:95):

“El desarrollo económico conlleva incrementar la eficiencia en la distribución de los recursos, sobre todo los escasos, para que, con la menor inversión posible, se fabrique la mayor cantidad de productos y se obtenga mayor rentabilidad. Tanto la teoría como la práctica demuestran que la distribución de los recursos por parte del mercado es la vía más eficiente. Que el mercado decida la distribución de los recursos es una ley general de la economía de mercado y constituye precisamente la esencia de esta.”

Reconociendo el papel decisivo que el mercado desempeña en la distribución de los ingresos y los beneficios es decisivo, no puede dejarse al libre albedrío, sin planificación, seguimiento, control, evaluación, y la aplicación de las leyes cuando se requiere. He allí el papel del Estado-Gobierno, su intervención para coordinar con el resto de los actores económicos en sus funciones como factores de producción, generadores, distribuidores, consumidores u ahorradores de los ingresos y beneficios de la nación.

El Gobierno no puede ceder la administración gubernamental y de macrocontrol que tiene dentro del sistema económico de mercado imperante y dedicarse a maximizar la eficiencia para optimizar y reforzar los servicios público, y hacerle seguimiento a la dinámica del mercado, garantizando la competencia leal, y la supervisión del proceso distributivo, que sea justo y beneficie a todos los actores económicos. Pero velando que en el mediano y largo plazo la brecha de la desigualdad de ingresos se vaya cerrando hasta mejorar la relación distributiva a favor de la remuneración grupal de todos los empleados a nivel nacional, que siempre serán más que la cantidad de empresarios existentes en la nación.

Las variables macroeconómicas que tienen un efecto significativo en los cambios en la desigualdad del ingreso son: una mayor tasa de crecimiento, un mayor nivel de ingresos, una mayor tasa de inversión (en comparación con el consumo público y privado, una depreciación real (importante en el caso de países de bajos ingresos) y una mejora de los términos de intercambio. (Sarel, 1997)

En ese sentido, se busca generar los efectos macroeconómicos positivos que garanticen un crecimiento productivo sostenible y mejore la distribución de los ingresos y beneficios a favor de la inclusión laboral y social. Un escenario que exige que las relaciones entre los actores trabajo, capital y gobierno, vayan reajustándose gradualmente sus pesos específicos en la distribución del ingreso agregado a favor de la remuneración de empleados. Es una estrategia que lleva implícito un objetivo político y económico natural que es disminuir la desigualdad.

[1] Antes del sistema de salario existieron tres formas de pago del trabajo. El primero, fue la esclavitud, donde el trabajador era propiedad de su amo o dueño, que podía comprarlo y venderlo cuando lo deseara. El trabajador-esclavo era alimentado y mantenido en condiciones de trabajo para beneficio personal o comercial del amo. (Dobb, 1957:9-12). El esclavo era visto como un costo o una inversión, cuyo excedente o “ingreso neto” era lo que producía por encima del valor de la inversión. Su valor de mercado dependía de la oferta de esclavos en el mercado. Cuando había escasez de esclavos el valor aumentaba y el amo lo conservaba para su procreación y mantenía a su familia.

El segundo sistema de pago del trabajador fue la servidumbre, desarrollado en Europa medieval durante la fase del feudalismo. El trabajador-siervo estaba atado a un lote de tierra sin poder abandonarla, donde trabajaba y era mantenido junto a su familia por el terrateniente. Eran objetos de trueque o hipotecas junto a la tierra, por tanto, por derecho consuetudinario, debían permanecer trabajando en las plantaciones, minas o en la casa del propietario. El valor una propiedad dependía de la oferta y demanda de esclavos en el mercado y del excedente que generaban sus esclavos.

El tercer sistema, era el artesano-trabajador, donde era libre y realizaba trabajos manuales en su propio taller o tierra, con sus propias herramientas, a su modo, a la hora que le conviniera y vendía en el mercado lo que él mismo elaboraba. Es un sistema que predominó en casi toda la Edad Media. Aquí el artesano es su patrón. (Ibídem).

[1] Naciones Unidas (Portal Web). Desigualdad: cómo subsanar las diferencias. https://www.un.org/es/un75/inequality-bridging-divide

[2] Según los datos de Eurostat, ONU y BCV. Cálculos propios.

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La Contribución de Joseph Schumpeter a la Economía Adaptativa: Innovación, Destrucción Creativa y la Dinámica del Capitalismo

Por: Dr. Andrés Giussepe, Presidente de Poli‑data.com

Introducción

La Escuela de Economía Adaptativa (EEA) propone un enfoque multidimensional y dinámico para entender los sistemas económicos, alejándose de los modelos clásicos y neoclásicos basados en racionalidad perfecta, equilibrio estático, la búsqueda de la eficiencia, la optimización de recursos (marginalismo) y la maximización de beneficios. Joseph Schumpeter (1883–1950), desafió este paradigma al presentar al capitalismo como un sistema dinámico, inestable y en constante transformación. En su obra Capitalism, Socialism, and Democracy (1942), Schumpeter introduce el concepto de “destrucción creativa” para explicar cómo la innovación y el emprendimiento generan ciclos de crecimiento y crisis, lo que resulta en una evolución perpetua de la economía.

Su teoría del desarrollo económico emerge como un pilar teórico clave para la EEA. Este ensayo explora de manera integral la relevancia de las ideas y teoría del desarrollo económico de Schumpeter y sus implicaciones para fundamentar la Escuela de Economía Adaptativa, integrando sus aportes teóricos y empíricos, y ofreciendo un marco de referencia y recomendaciones para para la adaptación y resiliencia de los gobiernos, empresas y trabajadores en un mundo en constante cambio y evolución.

1. Schumpeter vs. la racionalidad clásica y neoclásica

La visión clásica y neoclásica de la economía se centra en la eficiencia, la maximización de beneficios en contextos de equilibrio, asumiendo que los agentes económicos actúan de manera racional para optimizar sus decisiones, ignorando la complejidad de los sistemas reales. Según estas teorías, los mercados tienden al equilibrio y la asignación óptima de recursos se alcanza a través de mecanismos competitivos (Smith, Ricardo, Marshall).

Schumpeter criticó esta visión al proponer que la racionalidad económica no se reduce a cálculos matemáticos, sino que emerge de la acción humana disruptiva: el emprendimiento innovador (Schumpeter, 1942). Asume que:

  • Racionalidad adaptativa vs. racionalidad maximizadora: Mientras la neoclásica supone información perfecta, Schumpeter enfatizó la incertidumbre y el riesgo como motores de cambio. Los emprendedores no optimizan recursos existentes, sino que crean nuevos mercados (ejemplo: Jeff Bezos con Amazon, que transformó el retail global).
  • Dinámica vs. equilibrio: Schumpeter argumentó que el capitalismo es inherentemente inestable debido a la innovación, generando ciclos de auge y crisis en lugar de equilibrios estáticos (Schumpeter, 1939).
  • La racionalidad económica no se reduce a cálculos matemáticos: Los hechos humanos –el emprendimiento, el riesgo y la creatividad– son factores esenciales que no pueden medirse únicamente con modelos de maximización de beneficios.

2. Capitalismo como sistema dinámico e inestable: Ejemplos recientes

Schumpeter argumenta que el capitalismo es un sistema en constante cambio, caracterizado por ciclos de crecimiento y crisis. La competencia y la innovación generan esos ciclos que rompen el equilibrio. De esa manera, la economía evoluciona mediante procesos disruptivos que transforman la estructura productiva. En síntesis, esta perspectiva introduce un debate sobre la racionalidad económica: mientras la escuela neoclásica persigue el equilibrio a través de la optimización, Schumpeter propone una visión dinámica en la que la innovación y el cambio estructural son la norma.

La inestabilidad del sistema capitalista se refleja en eventos globales recientes:

  1. Crisis financiera de 2008: La innovación financiera (hipotecas subprime) generó burbujas inmobiliaria insostenibles y por la mala gestión de riesgos financieros, evidenciando la fragilidad sistémica, afectó a la economía global (Stiglitz, 2010).
  1. Crisis de la Deuda Soberana en Europa (2010-2012): Países como Grecia sufrieron severas recesiones, evidenciando vulnerabilidades estructurales.
  1. Pandemia de COVID-19 (2020): La interrupción de cadenas de suministro y la paralización de la actividad económica global llevaron a una recesión mundial. Eso motivó la disrupción de cadenas de suministro y el auge del teletrabajo aceleraron la digitalización, desplazando industrias tradicionales (OECD, 2021).
  2. Guerra comercial EE.UU.-China (2018–2023): Las disputas arancelarias crearon incertidumbre en el comercio internacional y la competencia tecnológica (semiconductores, 5G) reconfiguró el orden económico global (IMF, 2022).
  3. Crisis energética europea (2022): La inestabilidad en el suministro de energía, impulsada por conflictos geopolíticos, afectó los precios y la disponibilidad de recursos. La transición a renovables y el conflicto en Ucrania expusieron dependencias estructurales (BP, 2023).
  4. Revolución de la IA generativa (2023): Plataformas como ChatGPT amenazan empleos en sectores como el legal y el periodismo, con un impacto estimado del 14% del PIB global para 2030 (McKinsey, 2023).
  5. La Racionalidad Económica de Schumpeter: Innovación y Destrucción Creativa

Schumpeter definió el capitalismo es intrínsecamente inestable, como un proceso de «tormenta perpetua» impulsado por la destrucción creativa. Rompe con la idea de que los mercados se autoconservan mediante el equilibrio y la racionalidad plena de los agentes económicos. En lugar de ello, propone que:

  • La innovación es el motor que impulsa el desarrollo, lo que no se puede medir solo con modelos de optimización.
  • La destrucción creativa es un proceso inherente al capitalismo, en el que las innovaciones desestabilizan el sistema existente para crear nuevas oportunidades y estructuras productivas.

3.1. El Concepto de Destrucción Creativa

Como afirma en Capitalism, Socialism, and Democracy (1942, p. 83):

“El proceso de destrucción creativa revoluciona incesantemente la estructura económica desde dentro, destruyendo lo viejo y creando nuevas estructuras que, a largo plazo, son las que definen el desarrollo del capitalismo.”

Como se observa, es un proceso mediante el cual las innovaciones introducidas por los emprendedores transforman la estructura económica, eliminando viejos procesos y tecnologías y abriendo paso a nuevas formas productivas. Esa dinámica es fundamental para el crecimiento, pero también implica periodos de crisis y reorganización.

Ejemplos empíricos y estadísticos

  • Caso de la Industria Tecnológica: Empresas como Apple han revolucionado el mercado de la telefonía móvil a través de innovaciones disruptivas. En 2007, el iPhone fue lanzado, generando un cambio radical en la industria. En 2020, las ventas de smartphones alcanzaron cifras superiores a los 1.500 millones de unidades anuales (Gartner, 2021).
  • Sector Automotriz: La adopción de vehículos eléctricos liderada por Tesla ha alterado la industria automotriz. Desde su fundación en 2003, Tesla ha pasado de producir unos pocos miles de unidades a superar las 500.000 unidades en 2020, transformando el mercado global (Statista, 2021).
  • Industria del Transporte: La irrupción de empresas como Uber y Lyft ha transformado el sector del taxi. Según datos de Statista (2021), la actividad de estas plataformas ha reducido la demanda tradicional en más de un 30% en ciudades importantes.
  • Música Digital: El surgimiento de servicios de streaming, como Spotify, ha desplazado la venta de medios físicos cambiando el modelo de negocio en la industria musical, con ingresos que crecieron de USD 6.000 millones en 2010 a casi USD 20.000 millones en 2020. La industria musical global experimentó una reducción de ventas de CDs en más de un 90% en la última década (IFPI, 2020).
  • Sector del Comercio Electrónico: Amazon ha revolucionado el sector minorista, ha registrado un crecimiento exponencial, con ingresos que se multiplicaron en las dos últimas décadas y una cuota de mercado en EE.UU. que ha pasado del 3% en 2000 a más del 15% en 2020 (U.S. Census Bureau, 2021).
  • Educación en Línea: La industria del e-learning experimentó un crecimiento anual del 20%, transformando la educación tradicional y ampliando el acceso global a la formación. Plataformas como Coursera y edX han democratizado el acceso a la educación, transformando el modelo tradicional universitario; se estima que la industria del e-learning creció a una tasa anual del 20% durante la última década (HolonIQ, 2020).
  • Tecnología Móvil: La proliferación de smartphones ha revolucionado la comunicación y la industria digital, con una penetración global que superó el 60% en 2020 (GSMA, 2021).

3.2. Innovación como motor del crecimiento

Schumpeter definió cinco tipos de innovación: nuevos productos, métodos de producción, mercados, fuentes de suministro y estructuras organizativas (Schumpeter, 1911). Ejemplos:

  • Netflix vs. Blockbuster: Netflix (innovación en distribución digital) alcanzó 247 millones de suscriptores en 2023, mientras Blockbuster quebró en 2010 (Statista, 2023).
  • Tesla y la electrificación del automóvil: Tesla capturó el 62% del mercado de vehículos eléctricos en EE.UU. en 2022, desplazando a fabricantes tradicionales (Reuters, 2023).

3.3. Destrucción creativa y reconfiguración industrial

La destrucción creativa implica la obsolescencia de industrias enteras ante nuevas tecnologías:

  • Kodak y la fotografía digital: Kodak, líder en película química, declaró bancarrota en 2012 tras subestimar la digitalización (Forbes, 2012).
  • Renovables vs. carbón: La energía solar y eólica representaron el 86% de la nueva capacidad eléctrica global en 2022, reduciendo la participación del carbón al 9% (IEA, 2023).

4. Contribuciones de Schumpeter a la Escuela de Economía Adaptativa

Los aportes de Schumpeter constituyen un pilar fundamental para la Economía Adaptativa, al destacar que:

  • Innovación como motor del cambio. La idea de destrucción creativa subraya que las innovaciones son disruptivas y generan nuevos ciclos económicos, lo que obliga a repensar la planificación y la distribución del ingreso.
  • El capitalismo es inestable y evoluciona a través de la destrucción creativa. Esto se traduce en la necesidad de modelos económicos que consideren la dinámica del cambio y la capacidad de adaptación de los agentes económicos.

El reconocimiento de que el capitalismo es inherentemente inestable permite preparar a los planificadores para los ciclos de auge y recesión, adaptando políticas que amortigüen el impacto en los trabajadores.

  • La racionalidad económica debe incluir aspectos humanos y de riesgo, donde el emprendimiento y la innovación son esenciales. La maximización de beneficios no es un proceso puramente matemático, sino una actividad humana que incorpora incertidumbre y creatividad. Se enfatiza la importancia de fomentar el emprendimiento, la inversión en capital humano y la adaptación de los sistemas productivos.
  • Racionalidad compleja. La economía no puede entenderse simplemente mediante modelos de maximización de beneficios; se deben incorporar factores de incertidumbre, creatividad y adaptación estructural.
  • Redistribución y Equidad. Se debe incentivar la redistribución de ingresos a favor del factor laboral, en consonancia con los modelos PADI, donde un alto porcentaje del PIB se destina a la remuneración de empleados, lo que es esencial para reducir la desigualdad y fomentar la cohesión social.

En síntesis, la EEA integra sus ideas en cuatro pilares:

  1. Dinamismo sistémico: Los mercados son redes adaptativas, no mecanismos de equilibrio (Arthur, 2014).
  2. Emprendimiento como variable endógena: La innovación es el núcleo del crecimiento, no un factor externo (Acs et al., 2018).
  3. Inestabilidad estructural: Las crisis son inevitables y catalizadoras de reinvención (Perez, 2002).
  4. Complejidad tecnológica: La interacción entre tecnologías emergentes (IA, blockchain) redefine sectores (Schwab, 2016).

5. Recomendaciones para Actores Económicos

  • Gobiernos y Planificadores Económicos:
    • Implementar políticas que fomenten la innovación y el emprendimiento, invirtiendo en capital humano y tecnológico.
    • Establecer marcos regulatorios flexibles que permitan la adaptación de las instituciones a cambios estructurales y a crisis cíclicas.
    • Desarrollar mecanismos de redistribución del ingreso basados en la experiencia de los países PADI, garantizando que un alto porcentaje del PIB se destine a la remuneración de empleados.
    • Políticas de innovación inclusiva: Invertir en I+D (meta: 3% del PIB) con enfoque en PYMEs, siguiendo el modelo de Corea del Sur (OECD, 2023).
    • Redes de seguridad adaptativas: Sistemas de renta básica o formación continua, como el modelo danés de flexicurity (EC, 2020).
  • Empresarios:
    • Invertir en I+D y adoptar nuevas tecnologías que incrementen la productividad y permitan adaptarse a ciclos económicos disruptivos.
    • Fomentar la cultura empresarial de riesgo y adaptabilidad, promoviendo modelos de negocio que integren la innovación continua como estrategia central.
    • Cultura de experimentación: Asignar al menos el 10% del presupuesto a proyectos de alto riesgo (ejemplo: Google X).
    • Colaboración con startups: Adquisiciones estratégicas, como Microsoft con GitHub (2018, USD 7.500 millones).
  • Trabajadores:
    • Desarrollar habilidades y competencias adaptativas a través de la formación continua, permitiendo una mayor flexibilidad ante los cambios del mercado.
    • Participar activamente en programas de distribución de beneficios y negociaciones colectivas que fortalezcan su poder adquisitivo.
    • Reskilling continuo: Certificaciones en habilidades digitales (ejemplo: Singapur, con el 60% de adultos capacitados en IA en 2023).

Redistribución del ingreso

  • Impuestos progresivos y salarios dignos: Países PADI (ej: Alemania) lograron que el 55% del PIB corresponda a remuneraciones laborales (ILO, 2022), frente al 48% global.

Conclusión

Joseph Schumpeter revolucionó la economía al demostrar que el capitalismo es un sistema en constante cambio y que la innovación y el emprendimiento son fuerzas dinamizadoras esenciales. Su enfoque, basado en la destrucción creativa, nos enseña que la racionalidad económica no se puede entender mediante simples cálculos de maximización de beneficios, sino que debe incorporar la incertidumbre, el riesgo y los hechos humanos que transforman el sistema.

Este ensayo ha resaltado los aportes de Schumpeter como fundamento para la Escuela de Economía Adaptativa, destacando la importancia de modelos que promuevan la adaptación, la resiliencia y la redistribución equitativa del ingreso. Su visión del capitalismo como sistema en perpetuo desequilibrio exige políticas y estrategias que fomenten la resiliencia y la equidad.

Las recomendaciones formuladas para gobiernos, empresarios y trabajadores ofrecen una hoja de ruta para actuar en un mundo en constante cambio, con innovaciones disruptivas y desequilibrios sistémicos, apuntando a disminuir la desigualdad y mejorar la distribución de ingresos en favor de la remuneración de empleados, como han demostrado los países PADI. En un mundo de cambios exponenciales, sus ideas siguen siendo un faro para navegar la complejidad económica del siglo XXI.

Referencias

aste:

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  4. Statista (2021). Digital Economy Report 2021. Statista.
  5. Statista (2023). Global Market Insights 2023. Statista.
  6. Stiglitz, J. E. (2010). Freefall: America, Free Markets, and the Sinking of the World Economy. W. W. Norton & Company.
  7. U.S. Census Bureau (2021). Annual Economic Survey 2021. U.S. Department of Commerce.
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La Contribución de John Maynard Keynes a la Economía Adaptativa: Intervención, Demanda Agregada y la Estabilidad Dinámica del Capitalismo

Autor: Dr. Andrés Giussepe, Presidente de Poli‑data.com

Introducción

La Escuela de Economía Adaptativa (EEA) propone un marco analítico que integra la incertidumbre, la dinámica sistémica y la necesidad de políticas flexibles para gestionar economías en constante evolución. John Maynard Keynes (1883–1946), una de las figuras más influyentes en la teoría económica moderna, con su crítica a la racionalidad clásica y su énfasis en la demanda agregada, la intervención estatal y la inestabilidad inherente del capitalismo, ofrece fundamentos teóricos esenciales para esta escuela.

Su pensamiento ha sido clave para entender la dinámica de los sistemas económicos, especialmente en su carácter inestable y adaptativo. Este ensayo explora cómo las ideas de Keynes desafían los paradigmas neoclásicos, subrayando la importancia de la adaptación institucional y la gestión activa de crisis en un mundo caracterizado por desequilibrios dinámicos y cambios tecnológicos disruptivos.

1. Keynes vs. la racionalidad clásica y neoclásica

La economía clásica y neoclásica asume que los mercados se autorregulan mediante el equilibrio entre oferta y demanda, con agentes racionales que optimizan decisiones en mercados eficientes y autorregulados, donde maximizan utilidades bajo información perfecta (Smith, 1776; Marshall, 1890). Keynes introduce el concepto de «expectativas» y la «incertidumbre radical».

En La Teoría General del Empleo, el Interés y el Dinero (1936), refutó esta visión al demostrar que:

  • La toma de decisiones económicas está influenciada por factores psicológicos y que los mercados financieros son propensos a la inestabilidad debido a la especulación.
  • Propuso que la racionalidad de los agentes es limitada y depende del contexto histórico y social, contrastando con la visión mecanicista de la teoría neoclásica. En este sentido, su pensamiento se vincula con la idea de un sistema económico no determinista, en el que la incertidumbre y la adaptabilidad juegan un papel central.
  • La racionalidad está limitada por la incertidumbre: La incertidumbre es un componente estructural de la economía y los agentes toman decisiones basadas en expectativas subjetivas, no en cálculos, precisos. Su concepto de «expectativas» y «espíritus animales» demuestra cómo la psicología y la incertidumbre influyen en las decisiones económicas, dando lugar a ciclos de auge y crisis.

Por ejemplo, durante la crisis de 2008, la aversión al riesgo de los inversores (una herramienta que ayuda a tomar decisiones informadas y a minimizar pérdidas) paralizó los mercados crediticios, contradiciendo la noción neoclásica de autorregulación (Akerlof & Shiller, 2009).

  • El desempleo puede ser persistente: Los mercados no garantizan pleno empleo, como evidenció la Gran Depresión, donde la tasa de desempleo en EE.UU. alcanzó el 25% en 1933 (Bernanke, 2000).
  • La demanda agregada impulsa el crecimiento: Keynes argumentó que la inversión privada es volátil y depende de factores psicológicos («espíritus animales»), requiriendo intervención estatal para estabilizar ciclos económicos (Keynes, 1936, p. 161).

2. La economía capitalista como un sistema dinámico, inestable y adaptativo: Ejemplos recientes

Keynes identificó la inestabilidad como una característica inherente del capitalismo, derivada de la fluctuación de la demanda y la especulación financiera. La economía es un sistema en permanente evolución. El capitalismo, lejos de ser un mecanismo estable, se caracteriza por fluctuaciones constantes. En este sentido, la Economía Adaptativa encuentra en Keynes un precursor de la idea de que las políticas económicas deben responder activamente a las transformaciones del entorno.

Ejemplos contemporáneos donde se demuestra que el capitalismo es inherentemente inestable incluyen:

  1. Crisis financiera global (2008): Producto de la desregulación de los mercados financieros y el colapso de los activos hipotecarios. La caída de Lehman Brothers y el colapso del mercado hipotecario subprime generaron una contracción del 4.3% en el PIB mundial (IMF, 2009). La intervención keynesiana, como el rescate bancario de EE.UU. (TARP, USD 700 mil millones), evitó una depresión (Blinder & Zandi, 2015).
  2. Pandemia de COVID-19 (2020): Generó un colapso de la demanda agregada, llevando a una intervención estatal masiva. El confinamiento global redujo el PIB mundial en un 3.1% (Banco Mundial, 2021). Políticas keynesianas como los cheques de estímulo en EE.UU. (USD 2.3 billones) sostuvieron la demanda agregada.
  3. Crisis de la deuda europea (2010-2015): Exacerbada por políticas de austeridad y la falta de flexibilidad en la estructura monetaria de la UE. Países como Grecia experimentaron caídas del PIB del 25%, requiriendo rescates (EUR 289 mil millones) que reflejaron la necesidad de coordinación fiscal keynesiana (Baldwin & Giavazzi, 2015).
  4. Inflación post-pandemia (2021-2023): La respuesta de los bancos centrales ha generado recesión en diversas economías. La combinación de estímulos fiscales y cuellos de botella en cadenas de suministro elevó la inflación global al 8.8% en 2022 (FMI, 2023), desafiando políticas monetarias tradicionales.
  5. Crisis energética global (2022): Provocada por disrupciones en la cadena global de valor y conflictos geopolíticos. Los precios del gas en Europa aumentaron un 300%, obligando a subsidios estatales (EUR 600 mil millones en la UE) para proteger ingresos familiares (IEA, 2023).

3. La Racionalidad económica de Keynes: Demanda Agregada y Política Fiscal

Keynes replanteó la racionalidad económica al priorizar el comportamiento macro sobre las decisiones microeconómicas individuales. Sus conceptos clave son:

3.1. Demanda Agregada como motor del crecimiento

Keynes demostró que las economías pueden operar por debajo de su capacidad productiva si la demanda es insuficiente. Ejemplos empíricos:

  • New Deal (1933-1939): La inversión pública en infraestructura (USD 40 mil millones actualizados) redujo el desempleo en EE.UU. del 25% al 14% (Fishback, 2010).
  • Plan de Recuperación Europeo (2020): El fondo NextGenerationEU (EUR 750 mil millones) financió transiciones verdes y digitales, elevando el PIB de la UE un 1.5% en 2022 (Comisión Europea, 2023).

3.2. Multiplicador keynesiano

El gasto público genera un efecto multiplicador en la economía. Durante la pandemia, los estímulos fiscales en EE.UU. tuvieron un multiplicador de 1.5, creando 3 millones de empleos (Congressional Budget Office, 2021).

3.3. Políticas Contracíclicas

Keynes abogó por ajustar impuestos y gasto público para suavizar ciclos económicos. Corea del Sur aumentó su gasto social en un 20% durante la pandemia, evitando una recesión profunda (OECD, 2021).

Aplicaciones de la Teoría Keynesiana en Empresas e Industrias

Si bien Keynes no se centró en la innovación tecnológica como Schumpeter, su enfoque en la inversión pública y el gasto fiscal para estimular la demanda agregada es crucial para entender los cambios estructurales en la economía. Empresas como Tesla, que han dependido de subsidios estatales para su desarrollo inicial, ejemplifican la aplicación keynesiana a la innovación y el crecimiento económico.

Empresas como General Motors y Apple han sobrevivido y prosperado gracias a políticas keynesianas de inversión en tiempos de crisis. Por ejemplo, el rescate financiero de la industria automotriz estadounidense en 2008 evitó una catástrofe económica mayor. De igual forma, las inversiones contracíclicas en tecnología han permitido la expansión de compañías como Amazon y Tesla.

4. Contribuciones de Keynes a la Escuela de Economía Adaptativa

La EEA integra las ideas keynesianas en los siguientes pilares:

  1. Flexibilidad en políticas económicas: Abogó por un enfoque pragmático, adaptativo y basado en la evidencia.
  2. El Estado como regulador del ciclo económico: Keynes demostró que la política fiscal y monetaria pueden estabilizar la economía. La intervención estatal es proactiva, dado que los gobiernos deben actuar como estabilizadores sistémicos, ajustando políticas a contextos dinámicos (Stiglitz, 2018).
  3. El rol de la demanda agregada: La inversión pública puede compensar la insuficiencia de la demanda privada. La gestión de la demanda agregada es clave, para tal fin, se debe priorizar empleo y consumo sobre la austeridad fiscal, como en el modelo nórdico (Grusky et al., 2019).
  1. Enfoque en incertidumbre y expectativas: Replantea la teoría económica incorporando la psicología y la volatilidad del comportamiento humano. Los modelos económicos deben incorporar factores psicológicos y riesgos no cuantificables (Shiller, 2019).
  2. Política fiscal como herramienta estabilizadora: Gobiernos deben intervenir activamente en momentos de crisis para sostener la demanda.
  3. Teoría del empleo: Rechazo al ajuste automático del mercado laboral y defensa de políticas activas de empleo. Colocó la reducción del desempleo como un objetivo central de la política económica.
  4. Sistema financiero y especulación: Destaca el rol desestabilizador de los mercados financieros y la necesidad de regulación.
  5. Crecimiento y desigualdad: Plantea la redistribución de ingresos como mecanismo para sostener el crecimiento económico y garantizar la estabilidad social. Sistemas tributarios progresivos y salarios mínimos elevados, como en Alemania (remuneraciones laborales = 55% del PIB vs. 48% global) (ILO, 2022).

5. Recomendaciones para Actores Económicos

Gobiernos y Planificadores Económicos

  • Políticas fiscales contracíclicas para estabilizar el crecimiento económico y mitigar crisis: Crear fondos de reserva (ej: Noruega con su Fondo Soberano de USD 1,4 billones) para estabilizar demanda en crisis.
  • Invertir en sectores estratégicos, para fomentar la innovación y el empleo.
  • Inversión en infraestructura resiliente: Proyectos verdes y digitales, como el Green New Deal de EE.UU. (USD 369 mil millones en 2022).
  • Protección social adaptativa: Salarios mínimos indexados a la inflación (ej: Francia, EUR 1.747 mensuales en 2023).
  • Regular el sistema financiero para evitar crisis especulativas.

Empresarios

  • Inversión en I+D colaborativa: Invertir en innovación y adaptar estrategias según la dinámica del mercado. Alianzas público-privadas, como la Iniciativa CHIPS de EE.UU. (USD 52 mil millones para semiconductores).
  • Priorizar la inversión en innovación y productividad en períodos de recesión.
  • Modelos de negocio antifrágiles: Diversificar cadenas de suministro, como Toyota post-Fukushima (redujo pérdidas en 2021 un 30%).
  • Diseñar modelos de negocio resilientes ante cambios disruptivos.
  • Implementar esquemas de responsabilidad social empresarial para reducir desigualdades.

Trabajadores

  • Participar en capacitación continua, para adaptarse a cambios tecnológicos.
  • Impulsar políticas de distribución equitativa del ingreso.
  • Promover modelos de participación en la toma de decisiones económicas.
  • Demandar estabilidad laboral mediante políticas públicas activas.
  • Formación en habilidades emergentes: Certificaciones en energías renovables (crecimiento del 40% en empleos verdes, 2020-2023).
  • Participación en ganancias: Modelos como el de Siemens (10% de utilidades a empleados), aumentando productividad un 15%.

Redistribución del Ingreso

  • Impuestos a rentas altas y patrimonios: Francia recauda el 45% del PIB vs. 34% en EE.UU., reduciendo desigualdad (Gini de 0,29 vs. 0,41).
  • Salarios dignos y negociación colectiva: En países PADI como Suecia, el 70% de trabajadores están sindicalizados, con brechas salariales mínimas.

Conclusión

El pensamiento de Keynes es una base fundamental para la Economía Adaptativa, ya que introduce una visión más realista y dinámica de los sistemas económicos. Él incorpora la incertidumbre, la inestabilidad y el papel del Estado como actor económico fundamental. Sus ideas continúan vigentes en un mundo en constantes cambios disruptivos, lleno de incertidumbre y volatilidad, donde la adaptabilidad es clave para la sostenibilidad económica.

Keynes revolucionó la economía al demostrar que los mercados no se autocorrigen y requieren intervención estatal para lograr estabilidad dinámica. Su énfasis en la demanda agregada, la incertidumbre y las políticas contracíclicas ofrece un marco vital para la EEA, que prioriza la adaptación institucional y la equidad en un mundo de cambios disruptivos. Implementar sus principios en el diseño de políticas económicas puede ayudar a construir sociedades más equitativas y resilientes frente a los desafíos del capitalismo globalizado.

Las recomendaciones aquí planteadas buscan equilibrar crecimiento con justicia social, inspirándose en modelos como los países PADI para construir economías resilientes e inclusivas.

Referencias

  • Adam Smith, An Inquiry into the Nature and Causes of the Wealth of Nations. (1776). Generalmente se encuentra en múltiples ediciones, pero la original es de 1776.
  • Akerlof, G. A., & Shiller, R. J. (2009). Animal Spirits: How Human Psychology Drives the Economy. Princeton University Press.
  • Alfred Marshall, Principles of Economics. (1890). Al igual que Smith, hay muchas ediciones, pero la primera es de 1890.
  • Baldwin, R., & Giavazzi, F. (Eds.). (2015). The Eurozone crisis: A consensus view of the causes and a few possible solutions. CEPR Press.
  • Bernanke, B. S. (2000). Essays on the Great Depression. Princeton University Press.
  • Blinder, A. S., & Zandi, M. (2015). How the American Recovery Act Ended the Great Recession. Moody’s Analytics.
  • Congressional Budget Office. (2021). The Budget and Economic Outlook: 2021 to 2031. CBO.
  • Fishback, P. T. (2010). Well worth saving: How the New Deal built America. Oxford University Press.
  • Grusky, D. B., Wimer, C., Smeeding, T., & McMurry, D. (Eds.). (2019). The Inequality Crisis: America’s Growing Economic Divide. Stanford University Press.
  • IEA (International Energy Agency) (2023). World Energy Outlook 2023.
  • (2022). Global Wage Report 2022-2023: The Impact of Inflation and COVID-19 on Wages. International Labour Organization.
  • (2023). World Economic Outlook: Navigating Global Divergences. International Monetary Fund.
  • Keynes, J. M. (1936). The General Theory of Employment, Interest and Money. Palgrave Macmillan.
  • Krugman, P. (2009). The Return of Depression Economics and the Crisis of 2008. W. W. Norton & Company.
  • (2021). Economic Outlook No. 110. OECD Publishing. https://doi.org/10.1787/16097408
  • Piketty, T. (2014). Capital in the Twenty-First Century. Harvard University Press.
  • Minsky, H. (1986). Stabilizing an Unstable Economy. Yale University Press.
  • Stiglitz, J. E. (2018). Globalization and Its Discontents Revisited. W. W. Norton & Company.
  • Stiglitz, J. (2016). The Euro: How a Common Currency Threatens the Future of Europe. W. W. Norton & Company.
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