- Relación entre salarios y crecimiento económico: Aumentos en salarios reales pueden impulsar el crecimiento económico, siempre que superen el ritmo de crecimiento de beneficios empresariales y la presión fiscal.
- Recaudación fiscal y crecimiento: Las políticas de presión fiscal pueden generar crecimiento si los ingresos se reinvierten en transferencias y mejoras en servicios públicos.
- Impacto de impuestos progresivos: Impuestos altos sobre ingresos no pueden beneficiar a la comunidad; a menudo, los pobres no reciben poder adquisitivo directo, solo servicios públicos.
- Condiciones para el Crecimiento: Un mayor rol del Estado en la economía es vital para mejorar las condiciones para el desarrollo de actores económicos, condicionado al crecimiento de ingresos laborales.
- Inflación y redistribución: La redistribución a favor de los trabajadores-consumidores puede causar inflación si se implementa sin una política macroeconómica integral.
- Políticas integrales de remuneración: Se requieren políticas para remuneraciones laborales en relación con el PIB, estimulando el consumo, el ahorro y el control de la inflación.
- Complejidad de la dinámica económica: No existe una solución única para mejorar la distribución de ingresos; se necesita un enfoque integral y sostenido en políticas macro, meso y microeconómicas.
- Modelo de crecimiento inclusivo: El crecimiento del PIB debe ir acompañado de un aumento en el bienestar material y social; lo ideal es encontrar un equilibrio en la distribución de la renta.
- Desigualdad en economías exitosas: Países como Irlanda muestran crecimiento económico pero con alta desigualdad en la distribución de ingresos a favor del sector empresarial.
- Necesidad de inversiones en bienestar: A pesar de un entorno macroeconómico favorable, la inversión en bienestar social y laboral es crucial para abordar la desigualdad.
Estos aportes son considerados el fundamento para la Teoría de la Economía de Actores y Distribución de Ingresos, con los países PADI como referencia empírica que demuestra cómo una política redistributiva bien implementada puede traducirse en beneficios económicos y sociales sólidos.