renta petrolera

La Transición Hacia un Nuevo Modelo Económico en Venezuela: De la Venta de Dólares Petroleros al Fondo de Inversión Soberano

Por Dr. Andrés Giussepe ( Poli-data.com)

 

Introducción

En los últimos años hemos profundizado sobre el manejo de la renta petrolera en Venezuela. Ha sido una línea de investigación que ha permitido develar los elementos críticos que mantienen a un país rico en recursos naturales en uno de los más pobres del mundo, a pesar de tener más de 120 años de desarrollo petrolero.

Situación que se ha sentido con más fuerza durante el gobierno de Nicolás Maduro debido a factores estructurales y coyunturales que afectan a la industria petrolera nacional.

Las investigaciones apuntan sobre la necesidad histórica de cambiar el modelo actual de gestión de las divisas que genera la renta petrolera, que lejos de beneficiar a la sociedad y la economía nacional, más bien mantiene la cultura del llamado “rentismo parasitario”, que beneficia a pocos y empobrece al resto de la sociedad en términos generales.

A continuación se presenta la propuesta Andrés Giussepe, Doctor en Economía y Gerencia de la Universidad Central de Venezuela, sobre gestión de la divisas petroleras de las divisas que genera en un 95% Petróleos de Venezuela, S.A., como un punto de partida para la verdadera transformación y cambio de paradigma gubernamental.

Pasos para una verdadera revolución economica en Venezuela

La transición de un modelo de venta directa de dólares a uno basado en un Fondo de Estabilidad Macroeconómica o de Inversión Soberano no es una tarea fácil pero tampoco imposible. La mayoría de los países con las mismas características que Venezuela como Noruega, Qatar, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita e Irán.

Por ejemplo, en el caso de Irán, tiene un fondo soberano de inversión denominado el Fondo Nacional de Desarrollo, establecido en 2011 para reemplazar al antiguo Fondo de Estabilización del Petróleo. El objetivo es similar al de otros fondos soberanos de países productores de petróleo, como el de Noruega: transformar una porción de los ingresos provenientes de la venta de recursos naturales (petróleo, gas, etc.) en una riqueza sostenible e inversiones productivas, con el fin de preservar una parte de la riqueza para las futuras generaciones.

Para que Venezuela asuma ese modelo de gestión de las divisas petroleras, exige un cambio radical de mentalidad y de política económica, para la cuál, debe ser gestionada con cuidado para evitar shocks abruptos.

A continuación, se esboza los pasos clave y las consideraciones esenciales para implementar este nuevo modelo.

Fase 1: Preparación y Anuncio (1-3 meses)

1. Auditoría y Transparencia: El primer paso es realizar una auditoría completa de las reservas internacionales y de los ingresos petroleros. Se debe anunciar públicamente la creación del Fondo, sus objetivos, sus reglas de operación y los criterios de elegibilidad para los préstamos. La transparencia será clave para generar confianza, tanto en el sector privado como en la ciudadanía.

2. Marco Legal e Institucional: Se debe crear un marco legal sólido que le dé autonomía al Fondo. Una junta directiva independiente, formada por economistas, expertos en finanzas y representantes del sector privado y de la sociedad civil, debe ser establecida. Esto evitaría que el Fondo se convierta en una caja chica política.

3. Mecanismo de Préstamos: El Banco Central de Venezuela (BCV) o un nuevo ente financiero debe encargarse de la administración de los préstamos. Se establecerán criterios claros y objetivos para los solicitantes, priorizando proyectos productivos, exportadores y que generen valor agregado y empleos. Se debe enfocar en sectores estratégicos como el agroalimentario, la manufactura y la tecnología.

Fase 2: Implementación Gradual (6-12 meses)

1. Reducción Progresiva de la Venta de Dólares: El BCV no puede dejar de vender dólares de la noche a la mañana. Esto crearía un shock cambiario masivo. En su lugar, se debe anunciar un cronograma de reducción progresiva de las ventas. Por ejemplo, en el primer mes se reducirán las ventas en un 10%, en el segundo en un 15%, y así sucesivamente.

2. Canalización de los Dólares Hacia el Fondo: A medida que se reducen las ventas, los dólares que antes se destinaban al mercado especulativo se irán depositando en el Fondo. Este capital inicial será la base para comenzar a otorgar los primeros préstamos.

3. Lanzamiento del Programa de Préstamos: Se comenzará con un programa piloto de préstamos a un grupo selecto de empresas con proyectos sólidos. Estos primeros préstamos serán una prueba de concepto y permitirán refinar el proceso y los criterios. Las tasas de interés deben ser competitivas, pero no tan bajas como para incentivar el rentismo.

4. Educación y Comunicación: Es fundamental lanzar una campaña de comunicación masiva para explicar a la población y al sector privado cómo funciona el nuevo modelo. Se debe desmitificar la idea de que la devaluación es inevitable y explicar cómo los nuevos préstamos benefician a la economía en su conjunto, generando más empleo y producción local.

Fase 3: Consolidación y Expansión (1-3 años)

1. Evaluación y Ajuste: El Fondo deberá realizar evaluaciones periódicas del impacto de los préstamos en la economía. Se analizará si los proyectos financiados están cumpliendo sus objetivos de producción, exportación y generación de empleo. Con base en estos resultados, se ajustarán los criterios de elegibilidad y las reglas de operación.

2. Apertura a Nuevas Fuentes de Divisas: Con el tiempo, el modelo podría expandirse para incluir otras fuentes de divisas, como los ingresos por exportaciones no tradicionales, lo que ayudaría a reducir la dependencia del petróleo.

3. Estabilización del Tipo de Cambio: A medida que el modelo se consolide y el Estado deje de ser el principal jugador en el mercado cambiario, el tipo de cambio tenderá a estabilizarse. Sin embargo, en un entorno postkeynesiano, el objetivo no es un tipo de cambio fijo, sino uno estable y predecible, que no sea una fuente de inestabilidad macroeconómica.

Retos y Riesgos de la Transición:

1. Resistencia Política: La principal oposición vendrá de aquellos que se benefician del actual sistema, ya sean empresarios que importan bienes suntuarios o sectores del gobierno que utilizan los dólares para fines políticos.

2. Inflación en el Corto Plazo: Es posible que, en las primeras etapas, la reducción de la oferta de dólares en el mercado especulativo genere una subida temporal de la inflación. Sin embargo, este efecto se mitigaría a medida que la producción local comience a reactivarse y los préstamos rindan sus frutos.

3. Selección de Proyectos: El éxito del modelo dependerá de una selección rigurosa de los proyectos a financiar. Un mal manejo de los préstamos podría generar pérdidas para el Fondo y desacreditar la iniciativa.

En definitiva, la transición hacia un modelo de Fondo de Estabilidad no es solo una medida económica; es un proyecto de desarrollo nacional a largo plazo. Requiere voluntad política, disciplina fiscal y una visión de futuro que priorice la producción y la inversión sobre la especulación.

Correo: agiussepe@poli-data.com

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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La Política Histórica de Asignación de Divisas en Venezuela: Un Análisis Crítico y Propuestas para el Futuro

Por Andrés Giussep (Poli-data.com)

Venezuela, un país bendecido con vastas reservas de hidrocarburos, ha transitado por una senda económica marcada por una política de asignación de divisas centralizada y discrecional. Históricamente, el Estado, a través del control casi monopólico de las divisas petroleras, ha asumido el rol de principal «repartidor» de dólares para importaciones, ahorro e incluso gasto público. Esta política, lejos de ser un motor de desarrollo, ha demostrado ser un freno, generando distorsiones, ineficiencias y una dependencia crónica del rentismo petrolero.

Desde el inicio de la industria petrolera la Economía Política de las divisas en Venezuela, la transferencia irreversible de divisas está vinculada a la discrecionalidad en la asignación de recursos escasos. Cuando el Estado vende divisas sin condiciones, crea incentivos para la captura rentista y la fuga de capitales, en lugar de promover inversiones productivas. Este fenómeno se agrava cuando las divisas son utilizadas para financiar importaciones innecesarias o repatriación de utilidades, en lugar de fortalecer la capacidad productiva interna.

Ese comportamiento estatal se ha regido por lo que el Doctor Andrés Giussepe denomina como el «Principio de transferencia irreversible de divisas sin contraprestación productiva», que se entiende como un proceso mediante el cual el Estado centraliza los ingresos en moneda extranjera generados por las exportaciones de recursos naturales (principalmente petróleo), pero en lugar de reinvertirlos estratégicamente en actividades económicas con retornos tangibles (como industrialización, tecnología o infraestructura), los transfiere directamente a actores privados o externos bajo modalidades que no garantizan beneficios productivos para la economía nacional. (Giussepe, julio 2025)

Conceptos Generales de Generación de Divisas

La entrada de divisas a un país se nutre principalmente de las siguientes fuentes:

  • Exportaciones de Bienes y Servicios: La venta de productos y servicios al mercado internacional.
  • Inversión Extranjera Directa (IED): Flujos de capital que empresas o individuos de un país invierten en activos productivos en otro.
  • Remesas: Dinero enviado por ciudadanos que trabajan en el extranjero a sus familias en su país de origen.
  • Turismo: Gasto realizado por visitantes internacionales.

El sector privado contribuye a través de la exportación de bienes y servicios, la atracción de IED y, en menor medida, mediante remesas privadas. El sector estatal, por su parte, genera divisas principalmente a través de exportaciones de empresas públicas (especialmente en industrias estratégicas como petróleo, gas o minería), préstamos del sector público en mercados internacionales y la gestión de las reservas internacionales oficiales.

 

Crítica a la Política de Asignación Discrecional de Divisas

La práctica de la asignación estatal de divisas a diversos actores económicos y sociales, si bien pudo haber tenido intenciones de control y equidad en su origen, ha desembocado en una serie de consecuencias negativas:

  • Fuentes de Corrupción y Discrecionalidad: Cuando el Estado es el único o principal proveedor de divisas, se crea un sistema donde el acceso a esos dólares se convierte en un privilegio. Esto ha abierto la puerta a la corrupción y la discrecionalidad, donde la cercanía al poder, y no la eficiencia o productividad, determinaba quién obtenía las divisas. Las «cocinas de importaciones» se convirtieron en un eufemismo para esquemas donde se obtenían dólares preferenciales para bienes que no se importaban o se sobrefacturaban, drenando el patrimonio nacional.
  • Destrucción del Tejido Productivo Nacional: Al facilitar la importación a tipos de cambio preferenciales (artificialmente bajos), se hizo más rentable importar que producir internamente. Esto asfixió a la industria nacional, que no podía competir con bienes extranjeros subsidiados por una divisa barata. El resultado fue una desindustrialización progresiva y una economía cada vez más dependiente de las importaciones, incluso de productos que Venezuela tenía la capacidad de producir.
  • Fomento de la Especulación y la Fuga de Capitales: La existencia de múltiples tipos de cambio y la expectativa de devaluaciones futuras incentivaron la especulación. Quienes tenían acceso a divisas preferenciales podían venderlas en el mercado paralelo a un precio mucho mayor, obteniendo ganancias exorbitantes. Esto no solo descapitalizó al país, sino que también estimuló la fuga de capitales, ya que se buscaba resguardar el patrimonio en monedas fuertes ante la inestabilidad del bolívar.
  • Ausencia de un Mercado Cambiario Funcional: La asignación estatal de divisas impidió el desarrollo de un mercado cambiario transparente y eficiente. Sin la participación activa de oferentes y demandantes privados de divisas (que en otras economías son los principales generadores), el tipo de cambio dejó de ser un indicador real de la salud económica y se convirtió en una variable política, sujeta a decisiones administrativas y presiones coyunturales.
  • Desperdicio del Patrimonio Común: Las divisas petroleras son, en esencia, un patrimonio común de todos los venezolanos. La política de liquidarlas indiscriminadamente para el «provecho de muy pocos» (importadores ineficientes, especuladores, o sectores privilegiados) significó un derroche de riqueza que debió haber sido invertida en el desarrollo sostenible, la diversificación económica y el fortalecimiento de las reservas internacionales para las generaciones futuras. En lugar de ser un fondo de inversión para el futuro, se convirtió en una fuente de liquidez para el consumo importado y la especulación.
  • Impacto Negativo en la Calidad de Vida y Salarios: Aunque en teoría la divisa barata buscaba mejorar el poder adquisitivo, en la práctica generó una inflación reprimida y escasez. Cuando las divisas no alcanzaban o se asignaban mal, se producían desabastecimientos. Además, al destruir la producción nacional, se eliminaron empleos productivos y se erosionó la base para un crecimiento salarial sostenido. La calidad de vida, en lugar de mejorar, se vio comprometida por la inestabilidad y la dependencia.

Recomendaciones para un Cambio de Política: Fortalecer Reservas y Promover la Productividad Endógena

El camino hacia una economía venezolana próspera y sostenible pasa por un giro radical en la política de divisas. Las recomendaciones se centran en devolver al sector privado su rol de generador de divisas y al Estado su función de regulador y administrador del patrimonio común y no la de vendedor de petrólares. Las siguientes alternativas buscan superar el principio de transferencia irreversible:

  1. Fomento Activo de la Producción y Exportación Privada:
    • Incentivos a la Exportación No Petrolera: Crear un marco de políticas que recompensen la exportación de bienes y servicios «hechos en Venezuela». Esto incluye facilitar trámites, reducir impuestos a la exportación, ofrecer financiamiento para la reconversión industrial y promover acuerdos comerciales.
    • Atracción de Inversión Extranjera Directa (IED): Garantizar la seguridad jurídica, estabilidad macroeconómica y reglas claras para los inversionistas extranjeros. La IED no solo trae divisas, sino también tecnología, conocimiento y capacidad productiva, fortaleciendo el tejido empresarial nacional.
    • Apoyo a PYMES Exportadoras: Las pequeñas y medianas empresas son clave para la diversificación. Programas de capacitación, acceso a mercados internacionales y financiamiento especializado pueden impulsar su capacidad exportadora.
  2. Rol Estratégico del Estado en la Administración de Divisas:
    • Las Divisas Petroleras para las Reservas Internacionales: Las divisas generadas por PDVSA deben destinarse prioritariamente a fortalecer las reservas internacionales del país. Estas reservas actúan como un colchón de estabilidad, garantizando la capacidad de importación estratégica (medicinas, alimentos básicos, insumos esenciales) y generando confianza en los mercados internacionales.
    • Creación de un Fondo de Estabilización Macroeconómica: Establecer un fondo soberano (similar al de Noruega o México) alimentado por los excedentes petroleros. Este fondo invertiría en el extranjero, generando rendimientos en divisas, y se utilizaría para estabilizar la economía en períodos de bajos precios del petróleo, evitando la necesidad de liquidar divisas a la ligera en momentos de bonanza.

El FEM, como fondo soberano autónomo, operaría bajo principios de transparencia, rendición de cuentas y priorización estratégica (exportaciones, sustitución de importaciones, innovación tecnológica

  • Préstamos Retornables a través del Fondo, otorgando divisas a empresas nacionales bajo esquemas condicionados a inversión productiva estratégica en el marco de los Motores Económicos identificados por el Ejecutivo Nacional.
    • Gasto Público Eficiente y Transparente: El Estado debe financiar su gasto público a través de una reforma fiscal que no dependa solo del petróleo. Las divisas necesarias para las importaciones estatales (por ejemplo, medicinas o equipos de salud) deben obtenerse del mercado cambiario al tipo de cambio de mercado, como lo hacen otros actores.
  1. Desarrollo de un Sistema Financiero Sólido y Transparente: Un sistema financiero robusto que permita la intermediación por la vía del crédito, las transacciones de divisas de forma legal y segura es fundamental. Esto incluye bancos privados que puedan captar y colocar divisas del mercado no petrolero, facilitando las operaciones de comercio exterior sin la necesidad de la intermediación estatal.
  2. Educación Económica y Cultural de la Productividad: Es vital cambiar la mentalidad rentista por una cultura de la productividad y el ahorro. Los ciudadanos deben comprender que la riqueza de un país no reside solo en sus recursos naturales, sino en su capacidad de producir bienes y servicios de valor.

Beneficios del Cambio de Política

La implementación de estas recomendaciones traería beneficios tangibles y sostenibles para Venezuela:

  • Mejora de la Calidad de Vida: Un mercado cambiario estable reduce la inflación y la incertidumbre, lo que se traduce en un mayor poder adquisitivo real para los ciudadanos.
  • Aumento de Salarios: Al reactivarse la producción nacional, se generarán empleos de calidad y bien remunerados, aumentando los salarios de manera sostenible y no artificial.
  • Mayor Productividad y Diversificación Endógena: La eliminación de distorsiones incentivará la inversión en sectores no petroleros, impulsando la producción local y reduciendo la dependencia de las importaciones (sustitución).
  • Fortalecimiento de las Reservas Internacionales: Una gestión prudente de las divisas petroleras y el crecimiento de las exportaciones privadas asegurarán un colchón robusto para enfrentar contingencias y generar confianza en los mercados.
  • Fin de la Corrupción Cambiaria: Al eliminar la discrecionalidad en la asignación de divisas, se cerrarán las puertas a la corrupción y el parasitismo económico.

En definitiva, la crítica a la política histórica de asignación de divisas en Venezuela no es solo un reproche al pasado, sino un llamado urgente a transformar un modelo económico leonino que perdura desde inicios de la Industria Petrolera venezolana hasta nuestros días.

Es hora de que el patrimonio común de divisas petroleras sea resguardado y administrado estratégicamente para el beneficio de todos, mientras que el sector privado asume el rol protagónico en la generación de divisas, construyendo así un país más productivo, estable y próspero para sus ciudadanos.

Para cualquiera asesoría, participación en foros nacionales e internacionales (virtual o presencial) comuníquese por el correo: admin@poli-data.com

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La falacia de la obligación estatal de liquidar divisas: El caso venezolano

Por Andrés Giussepe (Poli-data.com)

El argumento de que «el Estado venezolano está en la obligación de liquidar o emitir todos los dólares que genera para los importadores» es una falacia que ignora la estructura fundamental de generación de divisas en la mayoría de las economías desarrolladas y emergentes.

En naciones como Estados Unidos, Alemania, Canadá, México, Colombia, Brasil, Chile o Perú, la vasta mayoría de las divisas que circulan en la economía son generadas directamente por el sector privado. Cuando una empresa privada en Alemania exporta un automóvil, recibe euros por esa venta, pero esa transacción es un reflejo de la divisa (dólares, yenes, etc.) que ingresó al país. De manera similar, una empresa colombiana que exporta café recibe dólares, euros u otra divisa, que luego puede utilizar para importar insumos o reinvertir.

En estos casos, el sector privado genera sus propias divisas y las administra según sus necesidades de importación, inversión o repatriación de ganancias. El Estado, a través de sus bancos centrales, interviene principalmente para regular la liquidez, gestionar la tasa de cambio y mantener la estabilidad macroeconómica, no para «liquidar» todas las divisas que un sector privado ya generó para sus propios fines.

El contraste con Venezuela es dramático:

  • En Venezuela, el Estado (PDVSA) genera más del 90% de las divisas por exportaciones. Esto significa que la mayor parte de los dólares que ingresan al país están en manos del Estado. Bajo un modelo de control de cambios, el Estado se convierte en el monopolio de las divisas y, por lo tanto, los importadores y otros agentes económicos dependen enteramente de que el Estado liquide o venda esas divisas para que puedan acceder a ellas. Esta concentración de la generación de divisas en el sector estatal es la raíz del problema cambiario en Venezuela, no una práctica común o deseable en otras economías.
  • En la mayoría de los países comparados, si bien el Estado puede tener empresas importantes, la diversificación de las fuentes de divisas del sector privado es clave. Las exportaciones privadas, la IED y las remesas nutren un mercado cambiario donde las divisas son generadas y transadas directamente por los agentes económicos privados. La intervención del Estado se limita a la regulación, y no a la provisión casi exclusiva de divisas para el funcionamiento de la economía.

La obligación del Estado venezolano de «liquidar» divisas surge precisamente de su rol dominante como el principal (casi único) generador de las mismas. Esto no ocurre en países donde el sector privado es el principal motor exportador y atrae la mayoría de la IED, ya que el sector privado genera sus propios dólares y euros, y los utiliza para sus propias importaciones y operaciones, sin depender en la misma medida de una asignación estatal.

Porcentaje estimado de generación de divisas por Sector (Público vs. Privado)

Como se mencionó anteriormente, obtener porcentajes exactos y desagregados de la generación de divisas por sector (público vs. privado) es extremadamente complejo debido a la falta de datos unificados y la naturaleza dinámica de las economías. Sin embargo, basándonos en el análisis cualitativo y el conocimiento general de estas economías, podemos proporcionar estimaciones y rangos porcentuales que reflejan el peso relativo de cada sector en la generación de divisas por exportaciones y flujos de capital.

Es importante recalcar que estos porcentajes son estimaciones informadas y no cifras oficiales o exactas, y pueden variar significativamente según la metodología de cálculo y el período específico. Sirven para ilustrar la tendencia general y la predominancia de un sector sobre otro en la generación de divisas.

Elaboración propia

Análisis comparativo y desmitificación de la Falacia del «Estado obligado a liquidar dólares»

El equilibrio entre la generación de divisas por parte del sector privado y el Estado varía significativamente entre estos países, lo que refleja sus estructuras económicas y modelos de desarrollo:

  • Economías con Alta Dependencia Estatal (Venezuela, Arabia Saudita, Rusia):

En estos países, la inmensa mayoría de las divisas provienen de la explotación y exportación de recursos naturales estratégicos, controlados por empresas estatales. En Venezuela, la dependencia del petróleo estatal es casi absoluta, con el Estado generando más del 90% de las divisas de exportación.

En Arabia Saudita y Rusia, si bien existen sectores privados, la magnitud de la generación de divisas por hidrocarburos estatales es abrumadora, superando el 85-90% y el 60-80% respectivamente en las exportaciones clave.

  • Economías Mixtas con Contribución Estatal Significativa (Colombia, Brasil, Noruega, Chile, México, Argentina):

Aquí, tanto el Estado (a través de empresas estratégicas como Ecopetrol, Petrobras, Equinor, Codelco, o PEMEX) como el sector privado son generadores importantes de divisas. La diversificación económica es mayor, y el sector privado participa activamente en exportaciones agrícolas, manufacturas, servicios y atracción de IED.

En Colombia, el sector privado aporta entre el 60% y el 80% de las divisas. En Brasil, el sector privado contribuye con el 70% al 85%. Noruega presenta un equilibrio notable, con el Estado y el sector privado aportando cada uno entre el 40% y el 60%. En México, el sector privado domina con más del 80%, mientras que en Chile, el sector privado aporta el 60% al 75%. En Argentina, el sector privado también es dominante con el 80% al 90%.

  • Economías Predominantemente Lideradas por el Sector Privado (Estados Unidos, Alemania, Canadá, Perú -en gran medida-):

En estos países, el motor principal de la generación de divisas es el sector privado. Las exportaciones son altamente diversificadas, la IED es robusta y los gobiernos se centran más en crear un ambiente propicio para los negocios y en acuerdos comerciales, más que en la generación directa de divisas a través de empresas estatales de exportación.

En Estados Unidos, Canadá y Alemania, el sector privado genera más del 95% de las divisas, siendo el Estado un actor marginal en la generación directa. Incluso en Perú, donde la minería es clave, el sector privado domina con el 80% al 90% de la generación.

Referencias Consultadas

  • Banco Central de Venezuela. (Datos estadísticos y reportes económicos).
  • Banco de la República (Colombia). (Boletines económicos y balanza de pagos).
  • Banco Central de Reserva del Perú. (Estadísticas macroeconómicas).
  • Banco Central de Brasil. (Informes económicos y balanza de pagos).
  • Fondo Monetario Internacional (FMI). (World Economic Outlook Database, International Financial Statistics).
  • Banco Mundial. (World Development Indicators).
  • Organización Mundial del Comercio (OMC). (Estadísticas comerciales).
  • Administración de Información Energética de EE. UU. (EIA). (Datos de producción y exportación de energía).
  • Oficina de Análisis Económico de EE. UU. (BEA). (Estadísticas de comercio e inversión).
  • Trading Economics. (Datos macroeconómicos por país).
  • World Investment Report (UNCTAD). (Informes sobre Inversión Extranjera Directa).
  • Banco de México. (Informes de balanza de pagos y remesas).
  • Banco Central de Noruega (Norges Bank). (Informes sobre el fondo soberano y balanza de pagos).
  • Saudi Arabian Monetary Authority (SAMA). (Informes anuales y estadísticas).
  • Banco Central de la República Argentina. (Informes y estadísticas monetarias).
  • Banco Central de Rusia. (Informes económicos y reservas).
  • Banco Central de Chile. (Informes de política monetaria y balanza de pagos).
  • Statistics Canada. (Datos económicos y de comercio).
  • Deutsche Bundesbank. (Estadísticas financieras y balanza de pagos).
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