productividad laboral

20 Factores subyacentes que representan barreras y limitan la redistribución justa del ingreso a favor de los trabajadores

Por Poli-data.com

Los siguientes factores subyacentes representan barreras que limitan la redistribución justa del ingreso a favor de los trabajadores (%PIB), y alejan la posibilidad de que un país alcance una distribución más equitativa en el corto y mediano plazo. Especialmente, aquellos con inestabilidad o características particulares.

Se recomienda que los Gobiernos en coordinación con el resto de los actores económicos de la sociedad (empresarios, trabajadores, banqueros y financistas bursátiles) trabajen en los siguientes aspectos, adaptando políticas que aborden las particularidades nacionales y que fomenten un ambiente económico que valore y optimice la remuneración de los empleados. Esto con la finalidad que en el corto y mediano, logren aproximarse cada vez más a la meta establecida del 50-40-10 en la distribución de los ingresos para los países PADI (Países con Alta Distribución de Ingresos a favor de la Remuneración de Empleados %PIB).

  1. Estructura económica dominada por el sector informal:

En economías con grandes sectores informales, los trabajadores suelen carecer de acceso a beneficios formales, lo cual dificulta que se logre una distribución del ingreso que favorezca las remuneraciones salariales de manera estructurada.

  1. Desigualdades en el capital humano:

La falta de inversión en educación, salud y formación laboral limita la capacidad productiva y la adaptabilidad de los trabajadores, generando grandes brechas salariales y dificultando un aumento en la proporción de ingresos destinada a la remuneración de los empleados.

  1. Dependencia de sectores primarios o exportaciones de recursos naturales:

Las economías con alta dependencia en recursos naturales (como petróleo o minerales) tienden a generar ingresos concentrados en manos de pocos actores económicos, lo que limita la capacidad de redistribuir ingresos a través de salarios para el sector laboral.

  1. Baja productividad laboral:

En países donde la productividad es baja, los beneficios suelen estar menos dispuestos a aumentar los salarios, lo que limita el aumento de la remuneración en comparación con el PIB total.

  1. Inflación y políticas macroeconómicas inestables:

Alta inflación o políticas de tipo cambiario inestable disminuyen el poder adquisitivo de los salarios y desincentivan aumentos salariales, lo cual impacta directamente en la distribución de ingresos hacia los trabajadores.

  1. Falta de sindicatos fuertes y marco laboral eficaz:

En países sin sindicatos fuertes o legislación laboral sólida, los trabajadores tienen menos poder para negociar aumentos salariales justos, lo que limita el aumento de la remuneración laboral dentro del PIB.

  1. Desigualdad estructural y concentración del capital:

La concentración de riqueza en manos de pocos actores limita la movilidad económica y la distribución equitativa del ingreso. Esto se observa en países donde los sistemas fiscales o financieros favorecen a las grandes fortunas.

  1. Ausencia de políticas de redistribución fiscal eficientes:

Sin políticas fiscales efectivas para redistribuir ingresos (por ejemplo, impuestos progresivos), se vuelve difícil lograr una distribución justa del ingreso que asegure que una mayor proporción vaya a los salarios.

  1. Bajo nivel de innovación y modernización industrial:

La falta de diversificación económica y de inversión en tecnología reduce la competitividad y el crecimiento en sectores que podrían ofrecer empleos mejores remunerados y menos vulnerables.

  1. Corrupción y mala gobernanza:

La corrupción desvía los recursos públicos y limita la implementación efectiva de políticas que promueven una distribución más equitativa de ingresos. Además, afecta el clima de inversión, necesario para generar empleos de calidad.

  1. Dependencia de ayudas externas o condiciones de organismos internacionales:

Los países que dependen de préstamos y ayudas internacionales suelen tener que cumplir con condiciones de austeridad que limitan el gasto público, incluido el aumento de salarios en el sector público y las inversiones en programas sociales.

  1. Mercados financieros subdesarrollados:

La falta de mercados financieros eficientes impide la financiación y el crecimiento de empresas que puedan ofrecer empleos formales y bien remunerados.

  1. Desequilibrio en la distribución de tecnología e infraestructura:

Los países que no cuentan con una infraestructura adecuada o que tienen un acceso limitado a la tecnología tienden a generar empleos menos productivos y menos remunerados.

  1. Inestabilidad política y conflictos sociales:

En entornos de alta inestabilidad política o con conflictos internos, las empresas tienen menos incentivos para aumentar la inversión y los salarios, dificultando la redistribución de ingresos hacia los trabajadores.

  1. Barreras al comercio y restricciones en competitividad internacional:

La falta de acceso a mercados internacionales limita las oportunidades de crecimiento económico y dificulta la creación de empleos de alto valor agregado que favorecen una mejor distribución de ingresos.

  1. Presión demográfica y desempleo juvenil:

En países con poblaciones jóvenes rápidos en crecimiento, la presión por crear suficientes empleos puede llevar a empleos mal remunerados y un aumento en el sector informal, lo que impacta la proporción de PIB destinada a salarios.

  1. Sistema educativo desconectado de las demandas del mercado laboral:

Un sistema educativo que no se alinea con las necesidades del mercado de trabajo contribuye a la desocupación y salarios bajos, ya que los trabajadores carecen de las habilidades necesarias para trabajos mejor remunerados.

  1. Debilidad de la inversión en economía verde y economía del conocimiento:

Sin inversiones hacia una economía verde o del conocimiento, se generan menos empleos sostenibles y bien remunerados, lo cual impacta la capacidad de mejorar la proporción de salarios en el PIB.

  1. Limitaciones en el sistema de seguridad social:

Países sin un sistema de seguridad social robusto enfrentan dificultades para ofrecer protecciones a los trabajadores, lo cual puede traducirse en salarios bajos y condiciones

  1. Falta de coordinación entre políticas económicas y sociales:

La falta de políticas integradas entre los ámbitos económicos y sociales limita la posibilidad de ejecutar acciones que garanticen mejoras en las Remuneraciones de empleados.

 

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